El histórico Estadio Municipal de El Planto se convertirá en el epicentro de un hito sin precedentes en la historia del fútbol español mañana. El partido entre el Burgos y el Cartagena, que marcará el inicio de la primera jornada de la Segunda División, será dirigido por Marta Huerta de Aza, nacida en Palencia en 1990. Este evento marca un hito importante, pues Huerta de Aza será la primera mujer que arbitra un partido de fútbol profesional en España. Este logro, junto con las recientes incorporaciones de las asistentes Guadalupe Porras y Eliana Fernández a la Primera División, subraya la creciente presencia de las mujeres en una esfera tradicionalmente dominada por hombres.
La afición de Marta Huerta por el arbitraje comenzó cuando era una adolescente de tan solo 15 años. Fue entonces cuando se inscribió en el colegio de árbitros de Palencia. En ese lugar, se cruzó con Fernando Román, un reconocido árbitro del colegio castellanoleonés en la Primera Federación. Marta es recordada como una joven decidida y trabajadora que siempre se esforzaba por alcanzar sus metas. Desde sus inicios en la categoría Provincial, ya mostraba una clara vocación por el arbitraje, sin buscar simplemente una fuente de ingresos efímera. Su objetivo siempre ha sido ascender y dedicarse a esta profesión.
Huerta de Aza hizo su debut como asistente en Tercera, formando parte del equipo arbitral de Román, en el mismo estadio de El Planto donde dirigirá su primer partido en Segunda División este domingo. En aquel entonces, ella estaba arbitrando en la categoría Regional y Román necesitaba asistentes. Él buscó a personas de confianza y eligió a Marta, a quien conocía desde hace mucho tiempo. Ambos son de Palencia y fueron compañeros de estudios en el mismo instituto. Román indica que si todo va bien, este año intercambiarán roles y Huerta de Aza lo llevará como cuarto árbitro a algún partido de Segunda.
En la temporada 2013/2014, Marta se trasladó a Canarias y se inscribió en el colegio tinerfeo, donde consiguió sus principales logros profesionales. Entre ellos se destacan su ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino español en 2017, la asignación de las finales de la Copa de la Reina en 2018, de las Supercopas de 2020 y 2022, su salto a la tercera categoría en 2020 (entonces Segunda B), y su selección para dirigir partidos en la Eurocopa de 2022 y en el Mundial de 2023.
«Desde que la vi arbitrar por primera vez, noté cosas en ella que destacaban y que apuntaban a que podría llegar lejos», comenta Isauro Oval, árbitro y responsable de la delegación capital del Comité Técnico de árbitros de la Federación Interinsular de Fútbol de Tenerife (Citaf). Oval espera que el logro de Huerta de Aza sirva para motivar a las mujeres que aman el arbitraje.
El logro de Huerta de Aza es un ejemplo a seguir. Para Román, lo que ha conseguido Huerta de Aza en su trayectoria profesional tiene un gran valor: «Ya es una pionera», un referente para las que vienen detrás. El avance que ha conseguido Marta al llegar al fútbol profesional va a hacer que otras muchas piensen seriamente en dedicarse al arbitraje.
En su camino hacia este logro, Huerta tuvo que buscar la inspiración en sus propios referentes en un momento en el que escaseaban. Uno de ellos es Rosa Bonet, la primera mujer española que consiguió una licencia para arbitrar. Bonet confiesa que llevaba varios años esperando que esto ocurriera. También cree que el estreno se ha retrasado principalmente por dos motivos. Por un lado, la distinción de árbitras internacionales femeninas de la FIFA, algo que a su juicio, es discriminatorio por definición y divide en dos categorías a hombres y mujeres. A esto, continúa, hay que sumarle que al frente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) han estado dirigentes como José Plaza o Sánchez Arminio, que no hicieron nada por integrar a la mujer en el gremio.
Más allá de lo simbólico del logro conseguido por Marta Huerta, Bonet prefiere centrarse en el avance que supone para la profesionalización del arbitraje femenino. Esto podría producir una revolución similar a la del fútbol femenino en los últimos años: «Cuando las chicas perciban que hay un futuro en el arbitraje, que alcanzando según qué categoría tienen un salario digno y que pueden dedicarse a entrenar, seguro que crece el interés».