Explosión de vehículo eléctrico provoca evacuación de 800 residentes y cuestiona paradigmas del sector eléctrico

La explosión de un coche eléctrico desaloja 800 vecinos y ya está alterando algunos paradigmas del eléctrico

En una reciente serie de eventos desafortunados, un vehículo eléctrico fue el protagonista de una explosión que resultó en la evacuación de 800 residentes, 23 personas hospitalizadas, incluyendo a un bombero, y decenas de vehículos dañados o destruidos por completo. Este incidente ha generado una alarma social considerable que podría impactar en la percepción pública y la adopción de vehículos eléctricos.

El incidente ocurrió en Incheon, situada en el área metropolitana y a 27 kilómetros al oeste de Seúl. Un vehículo eléctrico estalló en llamas, un evento que fue capturado en video y rápidamente se volvió viral. A pesar de la gravedad del incidente, las causas exactas del incendio y la explosión aún no se han determinado.

Este incidente ha provocado una gran preocupación en Corea del Sur, que se ha visto obligada a tomar medidas para tranquilizar a los consumidores y mantener la confianza en la tecnología de los vehículos eléctricos. Las repercusiones de este incidente también podrían influir en las decisiones futuras sobre los vehículos eléctricos en Europa.

A pesar de los riesgos potenciales, las estadísticas indican que un vehículo eléctrico no es necesariamente más propenso a sufrir incendios que un coche de combustión. De hecho, los datos recopilados por la National Transportation Safety Board en los Estados Unidos en 2023, y el Science & Technology Policy Institute en Corea del Sur, sugieren que la tasa de incendios en vehículos eléctricos es significativamente menor que en los vehículos de combustión.

Sin embargo, la extinción de un vehículo eléctrico es mucho más compleja que la de un vehículo de combustión, lo que puede llevar a consecuencias más graves en algunos incendios.

En respuesta al incidente, el gobierno de Seúl ha tomado la decisión de exigir a los fabricantes de coches que especifiquen el proveedor de la batería que emplea cada uno de sus coches eléctricos. Esta medida, aunque bien intencionada, tiene sus limitaciones, ya que actualmente no existen estadísticas que muestren la relación entre el riesgo de incendio y los diferentes proveedores de baterías.

Otra medida sorprendente propuesta por Seúl es prohibir el acceso a aparcamientos subterráneos de vehículos eléctricos con más de un 90% de carga. Esta medida se basa en la creencia de que la sobrecarga puede provocar incendios en vehículos eléctricos. Sin embargo, controlar la carga de cada vehículo eléctrico que entra en un aparcamiento subterráneo resultará en un desafío logístico considerable.

Con las reacciones al incidente aún en desarrollo, estaremos atentos a las novedades que nos lleguen de este caso en Corea del Sur y a cualquier posible repercusión que pueda tener en Europa. A pesar de los retos que enfrenta la adopción de vehículos eléctricos, sigue siendo crucial continuar promoviendo y mejorando estas tecnologías en nuestra búsqueda de soluciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para el transporte.

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