Un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro apoyado por la Fundación «la Caixa», ha revelado que la vulnerabilidad de las sociedades europeas al calor ha disminuido significativamente en este siglo. Publicado en la revista Nature Medicine, el estudio estima que si no se hubieran producido estos procesos de adaptación, la mortalidad relacionada con el calor el año pasado habría sido un 80% mayor.
El estudio sigue la misma metodología utilizada en una investigación anterior publicada en Nature Medicine, que estimó que el calor causó más de 60.000 muertes durante el verano de 2022. En este caso, se utilizaron registros de temperatura y mortalidad de 823 regiones de 35 países europeos entre 2015 y 2019 para estimar la mortalidad relacionada con el calor en 2023.
Aunque el verano de 2023 no se caracterizó por anomalías térmicas significativas, dos episodios de altas temperaturas en julio y agosto fueron responsables de más del 57% de la mortalidad global estimada, con más de 27.000 muertes.
Los países del sur de Europa, los más afectados
Los resultados muestran un total de 47.690 muertes en 2023. Los países del sur de Europa, concretamente Grecia, Bulgaria, Italia, España, Chipre y Portugal, presentaron las mayores tasas de mortalidad relacionada con el calor.
Mayor vulnerabilidad de las mujeres y los mayores de 80 años ante el calor
Los datos también muestran una mayor vulnerabilidad de las mujeres y las personas mayores. La tasa de mortalidad relacionada con el calor fue un 55% más alta en mujeres que en hombres y un 768% más alta en personas mayores de 80 años que en personas de entre 65 y 79 años.
Posible subestimación de la carga real de mortalidad relacionada con el calor
El estudio advierte que estas cifras pueden subestimar la carga real de mortalidad relacionada con el calor. Teniendo en cuenta la falta de registros de mortalidad diarios para 2023, los investigadores tuvieron que utilizar recuentos semanales de muertes de Eurostat. Sin embargo, creen que el número real de muertes relacionadas con el calor podría haber sido alrededor de 58.000.
La adaptación social al calor evita hasta el 80% de la mortalidad
El estudio también buscaba evaluar si ha habido una disminución de la vulnerabilidad al calor en Europa. Los investigadores encontraron que si las temperaturas de 2023 hubieran ocurrido en el periodo 2000-2004, la mortalidad habría superado las 85.000 muertes, un 80% más que en el periodo 2015-2019. En el caso de las personas mayores de 80 años, el número de muertes habría más que duplicado.
Menos vulnerables que a principios de siglo
Los resultados indican que la sociedad se ha adaptado a las altas temperaturas durante el presente siglo, reduciendo drásticamente la vulnerabilidad al calor y la mortalidad de los veranos más recientes. «Somos menos vulnerables al calor de lo que éramos a principios de siglo», señala Elisa Gallo, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Más allá de los límites fisiológicos de adaptación
El investigador Joan Ballester Claramunt advierte que los límites de la fisiología humana y la estructura de la sociedad probablemente limitarán las posibilidades de adaptación en el futuro. Destaca la urgencia de implementar estrategias para reducir aún más la mortalidad en los veranos más calurosos que se avecinan y pide un seguimiento exhaustivo de los efectos del cambio climático en las poblaciones vulnerables.
Una herramienta para predecir el riesgo de mortalidad por sexo y edad
El grupo de investigación ha presentado recientemente Forecaster.health, una herramienta web que permite obtener predicciones de riesgo de mortalidad asociadas al frío y al calor por sexo y edad para 580 regiones de 31 países europeos. Este sistema de alerta temprana incorpora modelos epidemiológicos para estimar los riesgos reales para la salud de cada grupo poblacional.
El estudio se llevó a cabo en el contexto del proyecto EARLY-ADAPT, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, que tiene como objetivo estudiar cómo se están adaptando las poblaciones a los retos de salud pública provocados por el cambio climático.
Referencia:
Elisa Gallo, Marcos Quijal-Zamorano, Raúl Fernando Méndez Turrubiates, Cathryn Tonne, Xavier Basagaña, Hicham Achebak & Joan Ballester. ‘Heat-related mortality in Europe during 2023 and the role of adaptation in protecting health’. Nature Medicine, 2024. https://doi.org/10.1038/s41591-024-03186-1
Fuente: ISGlobal