El pasado sábado en Las Vegas, Vergil Ortiz Jr. se enfrentó a Serhii Bohachuk en una pelea de boxeo que dejó a muchos con un sabor agridulce. Ortiz Jr., uno de los boxeadores más prometedores de la actualidad, llevaba tiempo siendo seguido por muchos aficionados y expertos del deporte, quienes lo veían como una estrella en ascenso. Sin embargo, a pesar de que se le otorgó una victoria por decisión mayoritaria después de los 12 asaltos, muchos consideraron que la pelea fue realmente ganada por Bohachuk.
Desde mi perspectiva, Vergil perdió 7-5. Los números no mienten y en este caso, incluso con un empate, no habría podido llevarse la victoria. Mi tarjeta personal mostró un resultado de 111-115 a favor de Bohachuk. Las rondas 1, 3, 4, 5, 7, 8 y 9 fueron claramente dominadas por Serhii Bohachuk, mientras que las rondas 2, 6, 10, 11 y 12 cayeron del lado de Vergil Ortiz Jr.
Después de la ronda 9, Ortiz Jr. necesitaba un nocaut para llevarse la pelea. Intentó desesperadamente llegar a Bohachuk, buscando anotarse un golpe de nocaut. Pero, a pesar de sus esfuerzos, Bohachuk resistió todos los tiros de Ortiz Jr. durante las últimas tres rondas.
En las últimas semanas, hemos observado a varios luchadores subir de peso. No obstante, muy pocos han logrado mantener su poder al avanzar a la siguiente división. Algunos, incluyendo a Ortiz, han tenido serios problemas para asimilar el poder de sus oponentes en estas nuevas categorías de peso.
Me preocupa especialmente el desempeño de los luchadores que suben de peso, en particular aquellos que superan las 140 libras. En mi opinión, ganar tres o más títulos mundiales en diferentes categorías de peso sería una tarea tremendamente difícil si el pesaje se realizara el mismo día de la pelea.
Creo que tanto Vergil Ortiz como Terence Crawford no serán tan dominantes en 154 como lo fueron en 147. Mucho se ha hablado de una posible pelea entre Crawford y Ortiz, pero, personalmente, no creo que los aficionados estén tan interesados en este enfrentamiento como lo estaban cuando ambos competían en el peso welter.
Es una lástima que tanto Ortiz Jr. como Crawford hayan ganado sus últimas peleas de manera polémica. Si los resultados estuvieran realmente vinculados a lo que sucede en el ring, la pelea que deberíamos estar presenciando sería Serhii Bohachuk vs. Israil Madrimov. Sin embargo, los intereses que controlan el boxeo no parecen tener en sus planes a estos dos luchadores, nacidos fuera de EE.UU.
Este es un reflejo de la triste realidad del boxeo actual. Bohachuk es de Ucrania y Madrimov de Uzbekistán. Lamentablemente, una pelea entre ambos no se vendería bien en los Estados Unidos.
A pesar de todo, tengo que admitir que Ortiz Jr. y Bohachuk nos brindaron lo que, hasta ahora, considero la Pelea del Año. Los fans apoyaron a Ortiz, como es habitual, y él no los decepcionó. Luchó con todo lo que tenía y logró obtener una victoria que, en lugar de beneficiarlo, posiblemente terminó arruinando su legado.
Si no se puede concretar la pelea entre Crawford y Ortiz, creo que la opción más lógica para Ortiz sería una revancha con Bohachuk. La pelea dejó a los aficionados con muchas dudas y si se logra organizar una revancha a principios de 2025, estoy seguro de que sería el enfrentamiento que todos queremos ver.
Reynaldo Sánchez