El Presidente de Chile, Gabriel Boric, en medio de una creciente preocupación por la seguridad nacional, declaró enérgicamente que «no vamos a permitir impunidad para quienes cometen delitos. Quiero un país seguro para nuestra gente, honesta y trabajadora, que son la gran mayoría de los habitantes de nuestra patria”. Estas firmes declaraciones se produjeron tras una serie de asesinatos que han ocurrido en los últimos días y en respuesta a la creciente tensión en torno a la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado.
Después de un breve viaje de estado a Paraguay, el mandatario convocó una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad, que incluía a la ministra y subsecretarios de Interior, la ministra de Defensa, el ministro de Hacienda, los jefes de la PDI y Carabineros, el Fiscal Nacional, los subsecretarios de Justicia y de Defensa, y otras autoridades. El objetivo de la reunión era analizar la situación de seguridad prevalente y trazar un camino a seguir en la lucha contra el crimen.
Boric también aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a sus compatriotas, reafirmando su compromiso de trabajar para un país seguro para «nuestros niños y niñas, las familias y la gran mayoría de la población que es honesta y trabajadora». El mandatario reiteró su objetivo de reducir los homicidios en el país, que han estado en aumento desde 2016, y frenar y desmantelar la operación de bandas de crimen organizado en Chile.
En el marco de la reunión del gabinete de seguridad, se tomaron decisiones clave para combatir la delincuencia y el crimen organizado, especialmente en la Región Metropolitana. Entre las medidas anunciadas se incluyen la suspensión de la participación del Presidente en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Paris, la construcción de una Cárcel de Alta Seguridad en la Región Metropolitana para jefes de bandas de narcos y del crimen organizado, y el refuerzo del sistema de Inteligencia del Estado.
Boric también anunció la creación de una Unidad de Acción y Seguridad para la Región Metropolitana y una Fuerza Especial en Gendarmería. El Presidente enfatizó que la lucha contra el crimen organizado es una tarea que corresponde a todos, pero principalmente a quienes dirigen el país. Hizo un llamado a la unidad y la solidaridad en la lucha contra el crimen, independientemente de las diferencias políticas.
Por su parte, la ministra de Interior, Carolina Tohá, expuso sobre las medidas específicas que se están considerando. En relación a las peticiones de declarar Estado de Sitio en la Región Metropolitana, comentó que, aunque se están sosteniendo conversaciones con distintos grupos y bancadas, la evidencia no indica que esta medida sería de ayuda.
Tohá afirmó que el gobierno está evaluando distintas formas de despliegue de las Fuerzas Armadas que puedan complementar los esfuerzos en seguridad. No obstante, aclaró que, aunque no se descarta la participación de militares, el Estado de Sitio no se considera una opción en este momento.
En definitiva, el gobierno de Boric ha dejado claro que la seguridad y la lucha contra el crimen son una prioridad. Un país seguro para su gente es una meta a la que se aspira y se trabaja. La lucha contra el crimen organizado y la delincuencia es un camino que se debe recorrer con unidad y determinación.