En un importante avance en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer, un reciente descubrimiento en la retina podría abrir nuevas vías para el seguimiento y la detección temprana de esta enfermedad neurodegenerativa. Este hallazgo se logró mediante el uso de tecnología de imagen avanzada, y los resultados han sido publicados en la revista científica Biomolecules.
El equipo de investigadores utilizó tecnología de imagen avanzada, específicamente la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCTA). Estos métodos se emplearon para analizar la retina de ratones transgénicos APPNL-F/NL-F, un modelo que reproduce con precisión los procesos patológicos de la enfermedad de Alzheimer (EA) en humanos. Los investigadores compararon ratones de diferentes etapas de vida, desde los 6 hasta los 20 meses de edad, con ratones de control de la misma edad.
Los ratones transgénicos mostraron alteraciones significativas en la estructura vascular de la retina, especialmente en el complejo vascular superficial. Además, se observaron variaciones en el grosor retiniano, con una disminución del grosor en las capas internas de la retina y un aumento del grosor en las capas externas en la mayoría de los puntos de análisis. Los investigadores señalaron que estas variaciones estructurales preceden a los cambios cognitivos que se presentan en etapas posteriores de la enfermedad.
El uso del modelo de ratón APPNL-F/NL-F ha demostrado ser una herramienta efectiva para imitar la progresión de la EA en humanos, según Lidia Sánchez-Puebla, investigadora en el IIORC y el IdISSC. Por otro lado, José M. Ramírez, otro destacado investigador, señaló que el uso de modelos animales permite estudiar la enfermedad en un período de tiempo más corto, lo cual es esencial, ya que en los pacientes humanos pueden pasar hasta 30 años desde que se presentan los primeros signos de la enfermedad hasta que aparecen los síntomas.
La detección temprana de la EA es crucial para el manejo y tratamiento de la enfermedad. Los cambios vasculares y estructurales en la retina, identificados mediante técnicas no invasivas como la OCTA, ofrecen una prometedora herramienta de diagnóstico precoz. María Rosa de Hoz, investigadora del IIORC y coautora del trabajo, afirma que estos hallazgos no solo facilitan la comprensión de los mecanismos subyacentes de la EA, sino que también podrían llevar al desarrollo de nuevas estrategias de intervención temprana.
El estudio es fruto de la colaboración entre múltiples instituciones, incluyendo la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital Clínico San Carlos, el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y el Instituto de Investigación RIKEN en Japón. Este tipo de colaboración internacional es esencial para el éxito de proyectos de esta magnitud y subraya la importancia de unir esfuerzos a nivel global en la lucha contra enfermedades neurodegenerativas.
El equipo de investigación tiene como objetivo continuar profundizando en estos estudios y explorar la viabilidad de implementar estas técnicas de imagen en el ámbito clínico para el beneficio de los pacientes. Inés López-Cuenca, una de las investigadoras del IIORC, concluyó diciendo que la aplicación de estos hallazgos podría beneficiar enormemente a los pacientes en el futuro.
Referencia bibliográfica:
Sánchez-Puebla, L.; López-Cuenca, I.; Salobrar-García, E.; González-Jiménez, M.; Arias-Vázquez, A.; Matamoros, J.A.; Ramírez, A.I.; Fernández-Albarral, J.A.; Elvira-Hurtado, L.; Saido, T.C.; et al. Retinal Vascular and Structural Changes in the Murine Alzheimer’s APPNL-F/NL-F Model from 6 to 20 Months. Biomolecules 2024, 14, 828. DOI: 10.3390/biom14070828.
Fuente: UCC-UCM