La Policía de Costa Rica ha realizado una captura que ha resonado a nivel internacional. El detenido es Maickel Villegas, un ciudadano venezolano de 26 años que ha sido identificado como uno de los criminales más buscados del continente. Villegas es un miembro conocido del grupo criminal Tren de Aragua, una megabanda que se ha extendido por varios países en América Latina.
Villegas se ha ganado su reputación por sus actividades criminales que incluyen el microtráfico de drogas, la prostitución, los asesinatos por encargo, los crímenes cibernéticos y el tráfico de seres humanos. Sin embargo, fue su participación en el secuestro, tortura, ejecución y entierro del teniente rebelde Ronald Ojeda en Santiago de Chile, lo que lo puso en la mira de las autoridades internacionales. Ojeda era un crítico reconocido de la revolución bolivariana en Venezuela.
La captura de Villegas se realizó cuando el sospechoso estaba viajando en un autobús en Paso Canoas, cerca de la frontera sur con Panamá. Villegas se encontraba escondido entre un grupo de compatriotas que acababan de cruzar la peligrosa selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá. El grupo tenía como destino Nicaragua, un aliado cercano del chavismo en la región, y aparentemente, su destino final era Estados Unidos.
Según el ministro de Seguridad costarricense, Mario Zamora, Villegas no será deportado a Venezuela. En su lugar, será remitido a Chile para enfrentar a la justicia. Las autoridades chilenas habían solicitado previamente la detención y extradición de Villegas y de otro presunto integrante del Tren de Aragua, Walter Rodríguez.
El asesinato de Ojeda ha causado una crisis diplomática entre Chile y Venezuela. El gobierno chileno, liderado por el izquierdista Gabriel Boric, ha llamado a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri. Boric ha mantenido una postura firme contra la violación de los derechos humanos tanto en Venezuela como en Nicaragua, a pesar de las críticas de sus aliados comunistas y de los insultos que llegan desde Caracas.
Las investigaciones de la Fiscalía chilena han revelado que Villegas realizó una compra con su tarjeta de crédito para cargar gasolina una hora después del secuestro de Ojeda. Posteriormente, fue identificado como uno de los tres hombres que sacaron a Ojeda de su hogar, esposado y semidesnudo. El líder de la operación, que aún no ha sido identificado, utilizó técnicas similares a las que usan los cuerpos represivos del chavismo.
Recientemente, el gobierno de Argentina confirmó que ha decidido acoger y proteger a la familia de Ojeda, que hasta ahora había permanecido en Chile. La pareja de Ojeda, Josmarghy Castillo, y el hijo de ambos, junto con la hermana del teniente y sus sobrinos, habían denunciado que estaban siendo seguidos en Santiago y que también habían sufrido el hackeo de sus redes sociales.
La captura de Maickel Villegas es un golpe significativo contra el crimen organizado en América Latina y un paso importante hacia la justicia para Ronald Ojeda y su familia. Sin embargo, también subraya la creciente influencia de las megabandas criminales venezolanas en la región y la necesidad de una cooperación internacional más sólida para combatirlas.