El futuro del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en lo que respecta a una posible reelección, sigue siendo incierto a pesar de los numerosos debates y discusiones. Incluso después de días de preparación y una hora de preguntas y respuestas en la rueda de prensa de la cumbre de la OTAN, no se ha podido confirmar si Biden se presentará para un segundo mandato. A sus 81 años, muchos cuestionan si tiene la energía y la capacidad para ganar las elecciones y asumir la responsabilidad de otro mandato.
Aunque Biden pareció en mejor estado que en el debate con Donald Trump del 27 de junio, cometió varios errores que suscitó dudas. Entre estos fallos estuvo el referirse al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como «presidente Putin», y a su vicepresidenta, Kamala Harris, como «vicepresidenta Trump». A pesar de estos deslices, Biden respondió a las preguntas con convicción y mostró un profundo conocimiento de la política exterior.
Las opiniones sobre la actuación de Biden en la rueda de prensa fueron mixtas. Mientras que algunos, como su ex jefe de gabinete Ron Klain, elogiaron su actuación, otros, como la congresista por Colorado Brittany Pettersen, se unieron a las llamadas para que Biden se retire. Hasta ahora, aproximadamente una veintena de los 213 miembros demócratas de la Cámara de Representantes han pedido a Biden que ceda el testigo, mientras que más de 60 le han mostrado su apoyo.
Las divisiones entre los demócratas se profundizan a medida que se acercan las elecciones y la convención de Chicago, donde se debe oficializar la candidatura del partido. Esta incertidumbre está afectando las finanzas de la campaña de Biden. Varios donantes destacados, incluyendo al cofundador de Netflix Reed Hastings, el magnate hotelero Stewart Bainum Jr, y la heredera de la fortuna de Disney, Abigail Disney, han retirado su apoyo al presidente.
En el lado positivo, el sindicato IAM, que representa a 600.000 trabajadores de diferentes sectores, principalmente relacionados con el transporte, reafirmó su apoyo a Biden. Declararon que deben reelegir a Biden para seguir construyendo una economía que funcione para todos. Este apoyo parece encajar con la narrativa de Biden de que son las élites las que quieren apartarle de la candidatura, pero que tiene el apoyo de las bases.
Después de la cumbre de la OTAN, Biden retomó la campaña electoral. En su agenda para la próxima semana se incluyen actos que mezclan actividad presidencial y electoral, una gran ventaja que tiene el actual ocupante de la Casa Blanca. Biden conmemorará el 60º aniversario de la Ley de Derechos Civiles durante una visita a la Biblioteca Presidencial Lyndon B. Johnson en Austin, Texas. Además, dará un discurso durante la 115ª Convención Nacional de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) en Las Vegas, Nevada.
La incertidumbre en torno a la reelección de Biden ha impulsado la audiencia de las cadenas de noticias. Mientras Biden siga en la carrera por la reelección, cada acto en que participe estará sometido a un cuidadoso escrutinio. La situación actual es compleja y los demócratas se enfrentan a una decisión difícil. Lo que es seguro es que las próximas semanas serán cruciales para el futuro del partido y del propio Biden.
