Biden: La cumbre de la OTAN se centra en el apoyo a Ucrania, pero sin una propuesta formal para su admisión | Internacional

EL PAÍS

La OTAN celebra su cumbre en Washington con una atención prioritaria a la crisis en Ucrania, que se convierte en el primer, segundo y tercer punto de interés en las discusiones, según un alto funcionario europeo anónimo. Esta reunión coincide con el 75º aniversario de la Alianza y conmemora este martes. Los miembros de la OTAN dedicarán la mayor parte de sus sesiones plenarias a consensuar los detalles de su apoyo a Kiev en la guerra contra Rusia.

Además, los países miembros también analizarán la creciente influencia de China y la consecución de sus objetivos de defensa. Sin embargo, todas las miradas se centran en el presidente estadounidense, Joe Biden. Biden se encuentra actualmente bajo presión para demostrar tanto a sus aliados como a sus propios votantes su capacidad para seguir liderando su Gobierno.

La cumbre llega en un momento crucial para Ucrania. La ofensiva rusa se ha estabilizado tras reanudarse la ayuda militar estadounidense a Kiev desde abril. Sin embargo, la presión continúa, siendo apoyada por lo que EE.UU. y sus aliados consideran una asistencia clave de China, Corea del Norte e Irán a la industria militar rusa.

En respuesta a esto, fuentes europeas subrayan que los países aliados quieren demostrar un compromiso a largo plazo con Ucrania, mostrando «unidad» y «determinación». Para coordinar esta ayuda, la OTAN anunciará un nuevo mando en Alemania, coordinado por un general de tres estrellas, según el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

A diferencia de la cumbre anterior en Vilna, Lituania, no habrá una oferta formal a Ucrania para unirse a la Alianza. Los miembros no quieren tener que responder a una invocación del artículo 5, el compromiso conjunto de responder ante una agresión externa contra uno de sus miembros. Sin embargo, según un alto funcionario de la Administración de Biden, la idea es asegurarse de que Kiev esté listo para unirse «desde el primer momento» una vez que los socios lleguen a un consenso sobre su membresía.

El responsable para Europa del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Carpenter, esbozó cómo sería la estructura de este «puente» hacia la entrada: una red de acuerdos bilaterales de seguridad, promesas de apoyo económico y militar, y establecimiento de una nueva oficina de la OTAN en Kiev, dirigida por un mando civil.

Estados Unidos planea anunciar nuevos pasos para la defensa de Ucrania, incluyendo posiblemente la transferencia de cazas F-16. También se espera que los miembros se comprometan a enviar más baterías Patriot para la defensa antiaérea de Ucrania.

El secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayó que los aliados han invertido alrededor de 43.000 millones de dólares anuales en ayuda a Ucrania desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022. El objetivo de los miembros es mantener este nivel de apoyo también el próximo año.

Una cuestión que permanece sin decidir hasta el último minuto es si, en su declaración final, la Alianza declarará «irreversible» este camino de Ucrania hacia la entrada en la OTAN. Horas antes del comienzo de la reunión, esa palabra clave, que Kiev reclama, se mantenía entre corchetes (indicando falta de consenso) en el borrador, según fuentes europeas.

Más allá de Ucrania, la cumbre también estará marcada por la actuación de Biden en su primera cita internacional tras su catastrófico debate electoral con Trump hace dos semanas. Desde entonces, el presidente está sometido a un intenso escrutinio sobre cada movimiento que hace, cada palabra que pronuncia, buscando señales que aclaren si se encuentra, o no, en condiciones de liderar a su país, ahora y en un segundo mandato.

Biden tiene un programa intenso por delante, aunque la Casa Blanca niega que pretenda demostrar el vigor del demócrata. Biden tiene previsto pronunciar un discurso este martes en la ceremonia para conmemorar el 75º aniversario de la Alianza en el Mellon Auditorium, en el centro de Washington. El miércoles, participará en las sesiones de trabajo y celebrará una reunión bilateral con el flamante primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, en su debut internacional como líder de su país tras ganar las elecciones el 4 de julio.

El jueves, Biden completará su participación en las plenarias antes de encabezar una reunión del Consejo OTAN-Ucrania, asistir a un encuentro con los países que han firmado acuerdos bilaterales de defensa con Kiev y conversar con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en una sesión bilateral. El broche de oro lo constituirá la rueda de prensa, que la Casa Blanca ha prometido que será más extensa de las que suele ofrecer cuando comparece con líderes extranjeros, en las que solo concede dos preguntas a medios estadounidenses y otras dos a medios del país a cuyo dirigente recibe.

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