El martes 9 de julio de 2024, la Unión Europea (UE) anunció la suspensión de facto del proceso de adhesión de Georgia, marcando un punto crítico en las relaciones entre ambos. Es un hecho que ha venido a la luz por medio del embajador de la UE en Georgia, Pawel Herczynski, quien también reveló que la UE había congelado una cantidad de 30 millones de euros destinada a la ayuda militar a Georgia.
Este movimiento ha sido influenciado por la aprobación de la ley ‘Sobre la transparencia de la influencia extranjera’ por el parlamento georgiano a mediados de mayo. Esta ley ha provocado protestas masivas en el país ya que exige que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como agentes de influencia exterior o se enfrentarán a duras multas.
Herczynski expresó su decepción y preocupación, diciendo que dudaba que la UE decidiera abrir conversaciones de membresía con Georgia este año y que el proceso de adhesión del país estaba en realidad «en suspenso». Esta situación es especialmente desalentadora ya que otros países candidatos están logrando rápidos avances en sus procesos de adhesión a la UE.
El Consejo Europeo expresó su «seria preocupación por los recientes acontecimientos en Georgia» y califica la nueva ley como «una desviación de los pasos establecidos (…) para la concesión del estatus de candidato». De hecho, el Consejo pidió a las autoridades georgianas que reviertan el curso de acción actual, que pone en peligro el camino de Georgia hacia la UE.
El empresario Bidzina Ivanishvili, quien ha gobernado Georgia desde 2012 a través del partido que fundó, Sueño Georgiano, está detrás de la nueva ley. A lo largo de los años, Ivanishvili ha mantenido una cautelosa relación entre Rusia y Occidente. En 2024, decidió seguir adelante con la implementación de esta normativa a pesar de la tormenta de manifestaciones y desafíos institucionales.
La controversia se intensificó cuando la ley fue vetada por la presidenta de Georgia, Salom Zourabichvili, quien argumentó que contradice la constitución y todas las normas europeas. A pesar de este veto, el Parlamento de Georgia votó a favor de circunvalar el veto el 28 de mayo.
Este clima de tensión se refuerza con la aproximación de las elecciones parlamentarias de octubre, mientras que el oficialismo endurece su retórica contra Occidente. Estados Unidos ha introducido restricciones de visado para los georgianos que son responsables de la ley de agentes extranjeros y está revisando su ayuda financiera a Georgia, incluyendo su ayuda a las fuerzas armadas.
La suspensión de la adhesión de Georgia a la UE y el congelamiento de la ayuda militar son acciones que reflejan la seriedad de la situación. Queda por ver cómo se desarrollará esta situación en el futuro, pero por ahora, el camino de Georgia hacia la UE se encuentra en un limbo incierto y preocupante.