El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (ASIMET), Fernando García, criticó recientemente la propuesta del gobierno de imponer cargos adicionales a los grandes consumidores de electricidad para financiar un aumento en el número de beneficiarios de subsidios para la electricidad. García calificó la medida como un «balde de agua fría».
El sector industrial, que García representa, es el segundo mayor consumidor de energía en Chile, después de la minería, representando el 25% del consumo de energía del país. Muchas empresas dentro de este sector, especialmente las que pertenecen a las industrias metalúrgica y metalmecánica, consumen más de 5000 KW al mes.
Para García, esta medida parece un tanto injusta, dado que los grandes consumidores de electricidad, o clientes libres, nunca se beneficiaron de las tarifas congeladas que ahora se espera que ayuden a financiar. “No es justo pretender que los clientes libres, cuyas tarifas nunca fueron congeladas, tengan que pagar ahora parte del subsidio, generando un impacto adicional a los costos de producción”, afirmó García.
Además, el presidente de ASIMET señaló que la industria en Chile ya paga un precio por la electricidad considerablemente más alto en comparación con los países vecinos. Esta iniciativa del gobierno no hará más que acentuar esta discrepancia, afectando aún más la competitividad de un sector industrial ya presionado por los crecientes costos asociados a la actividad productiva.
Las empresas del sector industrial han hecho considerables esfuerzos en los últimos años para descarbonizar sus actividades productivas, adoptando cada vez más la energía verde en sus procesos. En este sentido, García expresó su preocupación de que esta medida del gobierno pueda actuar como un desincentivo para continuar avanzando en esta dirección.
El sector industrial ha estado siempre dispuesto a contribuir al país, principalmente en lo que se refiere a mejorar la calidad de vida de las personas. “Nuestro sector otorga empleos de calidad para los chilenos, y en ese sentido, nos hemos ajustado con esfuerzo a medidas como las 40 horas, el aumento del salario mínimo y también a la futura reforma previsional, que implicará mayores costos de contratación. Que ahora además nos suban las tarifas eléctricas podría ser lapidario”, afirmó García.
García también criticó la decisión del gobierno de congelar las tarifas de electricidad durante cinco años, argumentando que cualquier descongelamiento debería realizarse de manera gradual a lo largo de un período similar. Además, añadió que la actual situación en Chile con respecto a las tarifas eléctricas demuestra que la postergación de la decisión de pago mediante subsidios o congelamientos de precios puede tener un impacto profundamente negativo en la economía de un país.
García concluyó su crítica a la propuesta del gobierno instando a permitir que las tarifas varíen de acuerdo con los precios reales de la energía. Si se van a proporcionar subsidios, éstos deben ser focalizados, ya que, según sus palabras, «ya estamos siendo testigos de las graves consecuencias de subsidiar masivamente».