El clima político en Francia se intensifica a medida que se acerca la segunda vuelta de las elecciones legislativas, que se celebrará el próximo domingo. Las encuestas recientes sugieren que la situación puede estar más ajustada de lo que el Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha dirigido por Marine Le Pen, había anticipado. La mayoría absoluta requerida para gobernar, que equivale a 289 escaños en la Asamblea Nacional, según los últimos sondeos, parece estar fuera del alcance de RN.
Según la encuesta realizada por Harris Interactive para Challenges y la cadena M6, es probable que RN obtenga entre 190 y 220 escaños. A pesar del desalentador pronóstico, Le Pen, en una entrevista con la cadena televisiva francesa BFM, expresó su confianza en que todavía pueden lograr una mayoría suficiente para formar un gobierno.
Mientras tanto, la izquierda, unida bajo el Nuevo Frente Popular, probablemente obtendrá entre 159 y 183 escaños. El bloque de Macron, por otro lado, se espera que obtenga entre 110 y 135 escaños.
Estos pronósticos, según las encuestas, representan un cambio significativo a la composición de la Asamblea Nacional, en comparación con las expectativas de hace unas semanas. Incluso Macron parece estar en mejor posición de la esperada, en parte gracias a la estrategia del bloque presidencial y de la izquierda para recomponer el frente republicano anti Le Pen.
El frente republicano, una unión de todas las fuerzas políticas que hasta ahora ha evitado que la extrema derecha gane unas elecciones, se debilitó en la primera vuelta de las elecciones. Le Pen logró el apoyo de un tercio de los votantes, mientras que el 28% se decantó por la izquierda y solo un 22% por el bloque centrista del presidente Macron.
Ante la perspectiva de que RN pueda llegar al poder, el Nuevo Frente Popular y el bloque macronista retiraron a sus candidatos a diputado en las circunscripciones donde pasaron tres aspirantes y RN estaba a la cabeza. Esta estrategia permitió a la oposición tener más posibilidades de ganar y evitó que el candidato de Le Pen se adelantara.
Estas renuncias, que se produjeron en ambos bloques, han permitido recomponer en cierta medida el escudo anti Le Pen. Mientras tanto, se está contemplando el siguiente paso: la formación de una coalición de gobierno alternativa entre partidos de izquierda y moderados, en caso de que RN no logre la mayoría.
Marine Tondelier, secretaria general de los ecologistas y muy activa en esta campaña, ha declarado que se necesitarán medidas sin precedentes para evitar una paralización institucional si ningún bloque obtiene la mayoría absoluta. Varios líderes de Los Republicanos, el partido conservador, y varios socialistas, han expresado la misma opinión.
En estas elecciones legislativas, se eligen 577 diputados. Sin embargo, 76 fueron elegidos directamente en la primera vuelta, al superar el 50% de los votos. De cara a la segunda vuelta, la pregunta que queda es si los electores respetarán las consignas de voto del frente republicano que permitirían que Le Pen no obtenga la mayoría que le permita llegar al poder. Estos acontecimientos ponen de manifiesto un momento crítico en la política francesa, en el que las decisiones tomadas ahora tendrán repercusiones a largo plazo en el futuro del país.