Cuando se habla del futuro del baloncesto español, un nombre destaca por encima de los demás: Santi Aldama. Este joven talento se ha convertido en un faro de esperanza para el baloncesto español, que busca consolidar su posición en la élite mundial tras una etapa dorada que ha dejado un legado difícil de superar.
Aldama, canario y jugador de los Grizzlies de la NBA, demostró su valía en el último partido contra Angola, convirtiéndose en una auténtica pesadilla para el equipo africano. Con 24 puntos, el canario lideró a la selección española hacia una victoria apretada pero merecida [89-81: Narración y estadísticas].
La selección española, con dos victorias en su haber en la primera fase del torneo, espera ahora el resultado del choque entre Polonia y Finlandia para conocer a su rival en las semifinales del Preolímpico. En este escenario, la figura de Aldama cobra aún más relevancia, ya que su rendimiento podría ser clave para el devenir de España en el torneo.
Pero Aldama no estuvo solo en su empeño. Willy Hernangómez, con 22 puntos, y Lorenzo Brown, con 11 asistencias, también fueron pilares fundamentales en el triunfo de España. Ambos jugadores, junto con un acertado tiro de tres puntos en el tramo final del partido, consiguieron decantar la balanza a favor de la selección española.
No obstante, no todo fueron luces en el desempeño del conjunto español. A pesar de la victoria, el equipo mostró ciertas carencias que deberá pulir de cara a los próximos encuentros. Entre ellas, la falta de acierto en el tiro, la dificultad para controlar el rebote, la debilidad defensiva y los errores no forzados.
El partido contra Angola no fue un paseo para la selección española, tal y como se pudo comprobar en el choque contra Líbano. Los africanos, con un físico intimidante, pusieron en aprietos a los españoles y obligaron a la selección a emplearse a fondo para salir victoriosa.
Otro de los nombres propios del partido fue Usman Garuba. El pívot del Real Madrid, a pesar de no estar en su mejor momento de forma, demostró su valía y ayudó a su equipo a conseguir la victoria. Sin embargo, su actuación estuvo marcada por las faltas, lo que limitó su tiempo en la cancha y obligó al entrenador Sergio Scariolo a buscar soluciones en el banquillo.
En el lado africano, Bruno Fernando, jugador de la NBA, fue uno de los más destacados. El pívot de los Hawks de Atlanta, con su envergadura y habilidad para anotar, complicó las cosas a la defensa española.
A pesar de las dificultades, España consiguió mantenerse al frente del marcador gracias a la aportación de Pradilla, que con un palmeo sobre la bocina logró mantener la ventaja española al descanso (46-43).
El acierto de tres puntos fue uno de los aspectos que la selección española echó de menos durante gran parte del partido. Sin embargo, en el último cuarto, el equipo consiguió mejorar en este aspecto gracias a los triples de Rudy Fernández y Pradilla.
El partido contra Angola sirvió para que la selección española demostrase su carácter y resiliencia. A pesar de las dificultades, el equipo supo sobreponerse y conseguir una victoria que lo acerca un paso más a su objetivo: los Juegos Olímpicos de París.
El desempeño de Aldama, Hernangómez y Brown, junto con el resto del equipo, ha dejado claro que la selección española tiene el talento y la capacidad para competir al más alto nivel. Sin embargo, también ha evidenciado que el equipo todavía tiene margen de mejora y aspectos que pulir.
La selección española, con Aldama a la cabeza, se prepara ahora para afrontar las semifinales del Preolímpico. Una fase del torneo en la que cada partido cuenta y en la que la selección deberá dar lo mejor de sí misma para conseguir su objetivo. El camino hacia París continúa.