El 20 de julio de 2014, el barrio gazatí de Shujaiya se convirtió en el escenario de una intensa batalla entre la resistencia armada palestina y las tropas de ocupación de Israel, en el contexto de la conocida como Operación Margen Protector. Esta batalla dejó un saldo de decenas de muertos tras una emboscada palestina y fue seguida por intensos bombardeos israelíes. Incluso 10 años después, este entramado de callejones sigue siendo un desafío para las fuerzas israelíes.
Shujaiya, una densamente poblada y laberíntica zona donde el acceso de tanques y vehículos blindados es complicado, ha sido escenario de algunos de los mayores fracasos de las tropas invasoras. Aquí, el 12 de diciembre, las fuerzas israelíes sufrieron una de las peores emboscadas, con la pérdida de una decena de sus militares. En respuesta, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó: “Hamás está al borde de la disolución”.
Sin embargo, solo tres días después, los soldados israelíes mataron a tres compatriotas rehenes que, enarbolando una bandera blanca, intentaban recobrar la libertad. Los soldados pensaron que era una trampa del enemigo y los acribillaron.
Una década después de la Operación Margen Protector, Shujaiya, ubicado en la zona este de la Ciudad de Gaza, se mantiene como uno de los bastiones de Hamás y de Yihad Islámica que las tropas israelíes no consiguen someter. De alguna manera, los batallones de la resistencia palestina se recomponen, se rearman y vuelven a florecer en puntos de la Franja donde habían sido dados por aniquilados.
El ejército israelí anunció este miércoles que su brigada de paracaidistas ha destruido en Shujaiya más de 50 “infraestructuras terroristas”, referentes a los puntos de operación de los grupos palestinos y a los almacenes de armas. Además, los israelíes han incautado rifles, granadas y otro material de combate.
Esta área de la capital de la Franja, que no ha recobrado la calma desde que comenzó la guerra en octubre, ha visto cómo se intensificaban los combates después de que las autoridades de Israel lanzaran una orden de evacuación forzosa a los vecinos. Este tipo de órdenes suelen preceder a ataques u operaciones de intensidad, pese a que la legislación internacional prohíbe expulsar a los civiles en grupo.
Este martes, combatientes de Hamás y Yihad Islámica realizaron un contraataque “combinado complejo” de varias fases. Los palestinos “emboscaron primero a la infantería israelí en un edificio con un cohete termobárico” y, seguidamente, “atacaron a la fuerza de reacción rápida israelí con un proyectil penetrante formado por explosión (EFP, según sus siglas en inglés), granadas y más cohetes termobáricos”.
A lo largo de la semana, militares de la División 98 han tratado de desactivar ese batallón del grupo fundamentalista que se ha reactivado “parcialmente” en el barrio desde los últimos choques de entidad entre ambas partes en abril. Para el analista militar Guillermo Pulido, “la reaparición básicamente se debe a que Hamás y el resto de grupos terroristas de la Franja están haciendo una estrategia guerrillera insurgente”.
En Shujaiya, a diario se suceden las incursiones de los soldados israelíes en distintos edificios en los que, a veces, las tropas se encuentran con explosivos trampa en medio de combates que se suceden con frecuencia a muy corta distancia.
Desde que comenzó la guerra el pasado 7 de octubre, los muertos en Gaza ascienden a 37.953, según datos de este miércoles de las autoridades sanitarias del Gobierno de Hamás. Los bombardeos y ataques israelíes también se están intensificando en el sur, especialmente en Jan Yunis, la segunda localidad del enclave palestino, y Rafah, en la frontera con Egipto.
Mientras tanto, en la Cisjordania ocupada, el ejército israelí lleva a cabo una incursión por tierra y con ataques desde el aire en el campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem. Allí, un bombardeo desde un avión acabó con la vida de cuatro personas que, según fuentes militares de Israel, estaban manipulando explosivos. Los enfrentamientos también continúan en Yenín, donde hay, al menos, un palestino muerto.