El 3 de julio de 2024, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció en una de sus emisiones televisivas que su vicepresidenta primera, Delcy Rodríguez, resultó herida después de que un árbol cayera sobre su vehículo en la zona noroeste del país, conocida como Cumanacoa. Aunque la vicepresidenta resultó herida, se informó que se encontraba consciente después del incidente.
La zona de Cumanacoa ha sido duramente afectada por los coletazos del huracán Beryl, que ha dejado un rastro de destrucción a su paso. La intensidad del huracán ha causado inundaciones masivas en el municipio, resultando en la trágica muerte de dos personas y la desaparición de otras cinco. Además, se estima que al menos 3.000 viviendas han sido destruidas por las inundaciones. En respuesta a la devastación, Maduro ordenó a Rodríguez que se desplazara al lugar de la tragedia para evaluar la situación y coordinar los esfuerzos de recuperación.
El accidente que lesionó a Rodríguez ocurrió cerca de la zona siniestrada. Según el relato del presidente Maduro, Rodríguez y su equipo se habían detenido debajo de un árbol frutal, conocido como «mata de mamón», cuando un fuerte viento derribó varios árboles, uno de los cuales cayó sobre el vehículo. Entre los heridos también se encontraba el alcalde de la región, Tomas Bello.
Maduro, en su estilo característico, ofreció una descripción dramática del incidente, equiparando el incidente a un ataque militar. «Trabajando en Cumanacoa le cayó un misil. ¡Tremenda vicepresidenta tiene Venezuela!», exageró el mandatario.
El incidente que involucró a Rodríguez pone de relieve los peligros de los desastres naturales, y en particular los riesgos asociados con los huracanes. El huracán Beryl, que ha causado estragos en Cumanacoa, es un ejemplo de la devastación que estos fenómenos pueden causar. Las fuertes lluvias y vientos pueden derribar árboles y estructuras, inundar ciudades y resultar en la pérdida de vidas.
Mientras tanto, los esfuerzos de recuperación en Cumanacoa continúan. A pesar de las dificultades, el gobierno venezolano está trabajando para ayudar a los afectados por la destrucción causada por el huracán Beryl. La visita de Rodríguez a la zona siniestrada demuestra la determinación del gobierno para responder a la crisis y ayudar a los ciudadanos en necesidad.
El incidente también resalta los riesgos que enfrentan los funcionarios públicos cuando responden a desastres naturales. A pesar de la planificación y las precauciones, los desastres naturales pueden presentar peligros imprevistos, como fue el caso de la vicepresidenta Rodríguez y el alcalde Bello.
Sin embargo, a pesar de la tragedia y la devastación, la respuesta del gobierno venezolano muestra su compromiso con la recuperación y la ayuda a los afectados. A medida que los esfuerzos de recuperación continúan, la nación se une para ayudar a aquellos que han sido más afectados por el huracán Beryl.