El mundo del baloncesto está lleno de emociones y cambios sorpresa, y uno de ellos es la reciente decisión de Klay Thompson, agente libre, de unirse a los Dallas Mavericks con un contrato de tres años y $50 millones. La noticia, revelada por fuentes a Adrian Wojnarowski de ESPN, ha sacudido el panorama del baloncesto profesional.
Thompson, una figura emblemática en la historia de la NBA, se está preparando para llevar sus habilidades de tiro superior a Dallas. Su mudanza es parte de un acuerdo de firma y canje que también ve al base de los Mavericks, Josh Green, siendo enviado a Charlotte.
A pesar de haber recibido ofertas de cuatro años por más dinero, Thompson optó por aceptar menos. La razón principal de su decisión es la oportunidad de ganar un quinto campeonato con los Mavs. Además, la diferencia en los impuestos estatales también jugó un papel significativo.
Con 34 años, Thompson es reconocido como uno de los mejores tiradores en la historia de la NBA. Junto a Stephen Curry, ha formado lo que se considera la mejor línea trasera de tiradores en la historia del deporte. Esta dupla dinámica ha estado jugando juntos en los Golden State Warriors durante más de una década.
Thompson, cinco veces All-Star, ha sido un componente crítico en los cuatro equipos campeones de la NBA para Golden State en la última década. Sus actuaciones legendarias en la postemporada para los Warriors han ayudado a cimentar su estatus como una potencia de baloncesto dinástica.
Antes de convertirse en agente libre, Thompson ostentaba la distinción de ser el segundo jugador con más tiempo en su equipo actual (desde 2011), solo detrás de Curry. Esto habla de su lealtad al equipo y de su contribución constante a su éxito.
A pesar de salir de la banca en 14 partidos por primera vez desde su año de novato, Thompson mantuvo un promedio impresionante de 17.9 puntos y disparó un 38.7% desde el arco de triples en nueve intentos por partido el año pasado. Aunque lidiar con un rol reducido fue un desafío, Thompson logró prosperar, logrando mejores números y mayor eficiencia cuando salía de la banca.
El camino de Thompson a su actual estatus de estrella no ha estado exento de desafíos. Se recuperó de perder dos temporadas completas debido a un desgarro del ligamento anterior cruzado y luego un desgarro del tendón de Aquiles. Sin embargo, su resiliencia y tenacidad le permitieron volver a ser un jugador productivo en cada una de las últimas tres temporadas, incluso jugando 77 partidos el año pasado. A pesar de las adversidades, sigue siendo un tirador de élite, con 219 triples la temporada pasada, la segunda mayor cantidad en la NBA.