El pabellón deportivo La Mano de Elas, conocido por ser la casa del Maccabi de Tel Aviv, un club deportivo israelí muy exitoso en Europa, se convirtió en el escenario para un evento inusual en Israel: un llamado a la paz con los palestinos. Este evento fue organizado con la sombra del ataque yihadista del pasado 7 de octubre en el sur de Israel todavía fresco en la memoria de los supervivientes y sus familias, algunas de las cuales siguen retenidas por Hamas.
Varios miles de israelíes se reunieron en el pabellón para pedir tres cosas: a corto plazo, el fin de la devastadora guerra en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes; a medio plazo, elecciones anticipadas y el fin del Gobierno de Benjamin Netanyahu; y a largo plazo, un acuerdo basado en la solución de dos Estados, Israel y Palestina.
El evento fue organizado por el grupo ‘Campo por la Paz’, que busca promover la paz entre Israel y Palestina. Entre los asistentes estaba Judy Gilbert, una activista que perdió a su mejor amiga, Ronit Sultan, en el ataque del 7 de octubre. Gilbert es miembro de Nashim Osot Shalom (Mujeres Hacen la Paz), una organización que combina la causa pacifista con el feminismo.
Gilbert habló de la cooperación con la asociación palestina de mujeres Women of the Sun, con la que firmó un pacto, la Llamada de las Madres, pidiendo a los líderes de ambas partes que regresen a la mesa de negociaciones.
El evento contó con la presencia de varios oradores, incluyendo palestinos, que compartieron mensajes como: «¡Basta de guerras!», «¡Un acuerdo de tregua ya para la vuelta de secuestrados!», «¡Es el momento de la paz!» o «¡Fin a la ocupación!».
Entre los oradores también estaba el famoso historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari, quien pidió el reconocimiento mutuo de los dos pueblos y afirmó que «incluso entre el mar Mediterráneo y el río Jordán hay espacio para los dos».
El evento se celebró bajo el lema «Es la hora» en hebreo, árabe e inglés. Sin embargo, para que estas manifestaciones tengan un impacto real, es necesario que se traduzcan en influencia política. Por eso, los asistentes también llegaron con la esperanza de ver un cambio en el panorama político israelí tras la unión de los dos principales partidos de la izquierda.
El nuevo líder del partido laborista, Yair Golan, anunció la unión con Meretz de cara a las próximas elecciones. Esta unión es vista con esperanza por muchos, ya que la falta de unión entre los partidos de izquierda en las elecciones anteriores permitió que el Likud y los partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos lograran una mayoría de 64 de 120 diputados.
En resumen, este evento en el pabellón La Mano de Elas fue un llamado a la paz y a un cambio en la política israelí. A corto plazo, los participantes piden el fin de la guerra en Gaza y la liberación de los rehenes; a medio plazo, elecciones anticipadas y el fin del Gobierno de Netanyahu; y a largo plazo, un acuerdo basado en la solución de dos Estados, Israel y Palestina.