En un giro notable dentro de la investigación conocida como el caso Rubiales, en el que la cúpula de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sido acusada de corrupción, la constructora Gruconsa ha presentado un escrito ante el Juzgado de Majadahonda en el que exculpa completamente al abogado externo de la RFEF, Tomás González Cueto.
Según Gruconsa, antes de la operación policial en contra de Luis Rubiales, presidente de la RFEF, no tenían conocimiento de la existencia de González Cueto. Esta declaración se produce en medio de alegaciones de que Gruconsa está en el epicentro de una supuesta trama de corrupción diseñada para pagar sobornos al ex presidente del fútbol español y a su círculo más cercano.
En su escrito, Gruconsa ofrece por primera vez su versión sobre los pagos realizados a Javier Martín Alcaide, conocido popularmente como «Nene», un amigo íntimo de Rubiales. La Policía Judicial ha señalado a Nene como el supuesto testaferro del ex presidente de la RFEF, pero Gruconsa lo describe como «un mero comercial» que «jamás tuvo nómina alguna ni estuvo contratado», y que se limitaba a «cobrar a éxito los trabajos que conseguía».
Contrario a lo que sostiene la investigación, Gruconsa afirma que «la mayor parte» de los encargos que se le realizaron a Nene «nada tenían que ver con la RFEF», y que estos trabajos representaban solo un 3% de su facturación total. Gruconsa también destaca que le pagó a Nene por conseguir obras de reforma en el estadio de fútbol de La Cartuja, una operación que la Guardia Civil vincula directamente con Rubiales.
En su escrito, la constructora también menciona que los trabajos «que más facturación generaron» estaban relacionados con la construcción de 39 villas de lujo en la localidad malagueña de Fuengirola. Esta operación, denominada «El Higuerón», representó el «72% de toda la facturación» entre Gruconsa y Nene.
Gruconsa también niega que los pagos realizados posteriormente por Nene a González Cueto, que ascendieron a unos 70.000 euros, tuvieran que ver con obras vinculadas a la RFEF. Además, señala que las cantidades que intenta vincular la Guardia Civil ni siquiera coinciden. La constructora destaca que cualquier cosa que Martín Alcaide hiciese con su patrimonio «nada tiene que ver con mis patrocinados y se escapa de su alcance y esfera de control».
Por todo esto, Gruconsa considera que las vinculaciones establecidas por la Guardia Civil entre la constructora y la directiva de Rubiales son «meras suposiciones sacadas de contexto». Este argumento se sostiene incluso cuando el hermano del jefe de los Servicios Jurídicos de la RFEF, Pedro González Segura, trabajaba en la constructora.
Por último, Gruconsa solicita a la jueza el sobreseimiento de la causa en relación con la empresa. La constructora argumenta que las pruebas presentadas por la Guardia Civil son insuficientes para vincular a Gruconsa con las supuestas actividades corruptas de la cúpula de la RFEF.
Este caso continúa en desarrollo y la resolución final aún está por determinarse. La presentación de Gruconsa aporta una nueva perspectiva a la investigación, que promete seguir generando titulares en los próximos meses.