Toyota, la marca de automóviles japonesa, sigue avanzando en el desarrollo de su Toyota Hilux propulsada por pila de hidrógeno. Este vehículo, presentado hace varios meses, ya cuenta con diez unidades en funcionamiento, todas ellas destinadas a pruebas y demostraciones. En su búsqueda continua de innovación, Toyota aspira a que este modelo de pick-up, conocido por su indestructibilidad, se convierta también en un referente de sostenibilidad gracias a su motor eléctrico alimentado por hidrógeno. Una de estas unidades se exhibirá en el próximo Festival de Goodwood, que tendrá lugar entre los días 11 y 14 de julio, junto a otras importantes novedades de la marca.
El desarrollo de este vehículo responde a la visión de Toyota sobre el futuro del automóvil. La firma nipona espera que, para 2030, Europa sea uno de los principales mercados de la pila de hidrógeno. En efecto, nueve meses después de la presentación del prototipo original, ya se han fabricado cinco prototipos de la Hilux en Derby, Inglaterra. Estos vehículos han sido sometidos a rigurosas pruebas de seguridad, rendimiento, funcionalidad y durabilidad, características que han consagrado a la Hilux durante décadas como un vehículo versátil y fiable para todo tipo de tareas. Además, se han fabricado otras cinco unidades para demostraciones a clientes y eventos de prensa, algunas de las cuales estarán presentes en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.
Con la Hilux propulsada por pila de hidrógeno, Toyota busca desarrollar tecnología que permita ciclos de vida más largos, mayor autonomía y menores costes de producción. La marca considera que las pilas de combustible alimentadas por hidrógeno tendrán en Europa uno de sus principales mercados, teniendo en cuenta las particularidades de la geografía del Viejo Continente.
El vehículo tiene las mismas dimensiones que la Hilux de cabina extra, pero cuenta con una autonomía de 600 kilómetros. La Hilux con formato de cabina extra mide unos 5,325 metros de longitud, 1,855 de ancho y 1,810 de alto, al igual que las Hilux convencionales. Sin embargo, la autonomía que Toyota estima que tiene esta Hilux es de unos 600 kilómetros, superando a las cifras de muchos vehículos eléctricos en la actualidad. Además, gracias a que el depósito de hidrógeno no es demasiado pesado, la Hilux cuenta con una buena capacidad de carga neta y de remolque. Utiliza tres depósitos a alta presión de 2,6 kilogramos cada uno (7,8 kilogramos de hidrógeno en total).
Los depósitos se montan en el chasis de bastidor portante mientras que la pila de combustible de electrolito polímero cuenta con 330 celdas, montándose por encima del eje delantero donde iría normalmente el motor de combustión. Al tener también un motor eléctrico en el eje trasero cuenta con tracción a las cuatro ruedas, con 182 CV y 300 Nm de par. Una solución que, en vez de generar gases de efecto invernadero y/o resultantes de la explosión en una cámara de combustión, genera vapor de agua.
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la Hilux propulsada por pila de hidrógeno tiene ciertas limitaciones. Aunque tenga tracción total, los propios depósitos limitan la altura libre con respecto al suelo, algo vital para un verdadero todoterreno. Eso sí, para aplicaciones industriales es un concepto en el que merece la pena ahondar de cara a un futuro con menos emisiones de carbono. Sin duda, Toyota se está posicionando como una marca líder en el camino hacia un transporte más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.