A medida que se acerca el final del curso escolar, muchos padres se preguntan qué tipo de calzado es el más apropiado para sus hijos que se preparan para asistir a campamentos de verano. El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha elaborado una útil guía que ofrece nueve consejos para elegir el calzado más adecuado para cada tipo de campamento, con el objetivo de proteger la salud de los pies de los niños.
Según Jorge Escoto, un podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, lo primero que debemos saber es dónde se realizará el campamento y si incluirá una variedad de actividades. Si es así, es necesario utilizar un calzado diferente que se adapte a las necesidades de cada actividad para evitar lesiones en los pies.
Guía para escoger el calzado más apropiado:
1. Si la zona es de montaña, es recomendable llevar botas de caña media para proteger los tobillos y evitar esguinces por torcedura, una lesión común en estos casos. Las botas deben ser de un material impermeable y transpirable, ya que el clima en las zonas montañosas puede cambiar rápidamente. Además, el calzado debe tener un buen agarre para minimizar el riesgo de resbalones y caídas. Este tipo de calzado también protege la punta de los dedos, evitando la aparición de hematomas subungueales.
2. Los calcetines que se utilicen deben sobrepasar la altura de la bota, estar hechos de materiales que mantengan el pie libre de humedad y tener refuerzos en puntera y talón, junto con sujeción del arco plantar. «Los calcetines son una prenda especialmente importante, ya que si las fibras son las adecuadas, se evitarán las ampollas por fricción», dice Escoto.
3. Es recomendable alternar el uso de las botas con otro tipo de calzado, como deportivas o sandalias cómodas con buena sujeción, para los momentos en que el terreno lo permita.
4. Si en el campamento la mayoría de actividades se desarrollan de forma acuática, es ideal llevar sandalias que estén sujetas al tobillo y empeine para evitar que el pie trabaje en exceso. Estas sandalias también protegerán la planta del pie de posibles laceraciones provocadas por el entorno.
5. Es fundamental proteger los pies con protector solar en todas las actividades que se realicen al aire libre con calzado abierto. La protección debe repetirse cada dos horas para evitar quemaduras en el empeine.
6. Se debe utilizar sandalias o chanclas en las zonas húmedas comunes como piscinas o duchas comunitarias para protegerse de contagios por hongos o el virus del papiloma humano.
7. Para cualquier otro tipo de terreno, los podólogos aconsejan utilizar zapatillas deportivas transpirables, con calcetines que mantengan el pie seco y que sean cómodas y con buena capacidad de amortiguación.
8. Al finalizar las actividades diarias, es importante lavar los pies con agua y jabón, secarlos minuciosamente y aplicar, si es posible, una crema hidratante y desfatigante.
9. Antes del campamento, es aconsejable realizar una revisión de los pies de los niños en el podólogo para confirmar que no hay ningún tipo de infección en las uñas o en los pies y evitar contagios, cortar de forma correcta las uñas y fresarlas para evitar la aparición de uñas encarnadas, que son muy dolorosas e incapacitantes.
Finalmente, el ICOPCV recuerda que, para garantizar que estamos en manos de un profesional de la podología y evitar ser víctimas del intrusismo, es decir, ser tratados por supuestos profesionales que carecen de la formación universitaria exigida para el desarrollo de esta rama sanitaria, hay que asegurarse que la clínica dispone de número de registro sanitario y que el podólogo está colegiado. La salud de los pies de nuestros hijos es primordial, y, por lo tanto, es esencial elegir el calzado más adecuado para cada tipo de actividad y seguir todas las recomendaciones de los expertos.