En 2017, el Rally de Polonia fue sacudido por un incidente de seguridad que marcaría el fin de su participación en el calendario del Campeonato del Mundo de Rallyes. La FIA (Federación Internacional del Automóvil) había advertido al evento en 2005 con una tarjeta amarilla por problemas relacionados con el control de los espectadores. La advertencia fue clara: si la situación se repetía en 2016, el rally sería excluido del WRC (Campeonato Mundial de Rally). A pesar de esta advertencia, en 2017 los problemas de seguridad resurgieron y el Rally de Polonia fue excluido del WRC.
Uno de los incidentes más notables de 2017 fue la aparición de un camión de bomberos en uno de los tramos del rally mientras aún estaba abierto a los competidores. Este grave error fue inexplicable, ya que el camión había pasado por una de las cintas de cierre de carreteras junto a la policía sin ser detenido. El incidente con el camión de bomberos llevó a Jarmo Mahonen, el entonces director de rallyes de la FIA, a expresar su preocupación. Mahonen criticó duramente el comportamiento de los espectadores, que superaban los 100.000 durante todo el fin de semana. Según él, en Polonia no existía la «cultura del espectador» que se observa en Escandinavia, y muchos de los asistentes simplemente «querían acercarse a los coches».
Esta problemática no se quedó en el pasado. En 2024, la FIA se encontró con una situación similar en el Rally de Polonia. A pesar de los llamados de equipos, organizadores y pilotos en las redes sociales para que los espectadores respetaran las medidas de seguridad, la tarde del viernes se vivió un escenario de caos. Sólo el TC5 y la superespecial no tuvieron interrupciones. El TC6 y el TC7 tuvieron que ser detenidos debido a la mala colocación de los espectadores, y en el caso del TC7, el tramo tuvo que ser cancelado por completo.
Las interrupciones en la competición tuvieron un efecto directo en las clasificaciones. Los tiempos tuvieron que ser compensados, lo que afectó a varios competidores. Andreas Mikkelsen, que lideraba la prueba, no pudo continuar con su ataque por la tarde después de su excelente actuación en la mañana. Mārtiņš Sesks también vio cómo sus tiempos en el TC6 se vieron afectados por las interrupciones. Durante el tiempo de espera hasta que la acción se reanudó, Sesks vio cómo los frenos y los neumáticos perdían temperatura, lo que le hizo perder 5,5 segundos y caer de las posiciones del podio al cuarto puesto.
Kalle Rovanperä tampoco pudo mantener el ritmo que había establecido en el tercer tramo del viernes. A pesar de haberse convertido en líder tras el primer recorrido vespertino, Rovanperä tuvo problemas con el ritmo y la adaptación de sus notas en la repetición de la especial. Como consecuencia, se quedó lejos de los cronos de los competidores que sí habían podido disputar el tramo horas antes.
A pesar de este caos, Elfyn Evans se encontró rápidamente en segunda posición, detrás de Andreas Mikkelsen y por delante de Kalle Rovanperä y de Sesks. Adrien Fourmaux también buscaba mantenerse en la competición y prometía luchar para terminar en el cuarto puesto.
La jornada terminó con Andreas Mikkelsen reteniendo la primera plaza, seguido por Kalle Rovanperä a 1,8 segundos y Elfyn Evans a dos segundos. Fourmaux logró su objetivo y adelantó a Sesks, aunque ambos estaban separados por apenas dos décimas. Cabe destacar que cinco pilotos estaban separados por solo 7,7 segundos, lo que anticipaba un sábado emocionante, la etapa más larga del Rally de Polonia 2024.
Takamoto Katsuta y Thierry Neuville, que saldrían delante, se enfrentarían a un desafío considerable. Katsuta se quedó a 2,5 segundos del belga en un día muy complicado para el líder del Mundial. En WRC2, Sami Pajari mantenía la primera posición, con Lauri Joona protagonizando el error de la tarde al golpear y arrancar la llanta trasera izquierda en el TC6.