La irrupción en la campaña electoral del populista Nigel Farage ha captado la atención de los medios de comunicación británicos, quizá para deleite de un político famoso por su ego gigantesco. Sin embargo, esta atención mediática tiene su lado negativo: cada desliz verbal de los candidatos, activistas y voluntarios de su partido, Reform UK, se transmite ampliamente, planteando dudas sobre si son excepciones o si reflejan la verdadera naturaleza de la formación y de su líder.
Channel 4, una cadena de televisión británica, infiltró a un reportero en el equipo de campaña de Farage en la circunscripción de Clacton-on-sea, donde el político está compitiendo por un escaño. Las grabaciones encubiertas obtenidas por el periodista revelan un grado alarmante de xenofobia, racismo, homofobia y violencia sectaria.
Uno de los voluntarios del partido, Andrew Parker, sugiere una solución perturbadora para los inmigrantes irregulares que llegan a las costas de Inglaterra: “Usemos a los jóvenes reclutas del ejército. Los llevamos con armas a la playa para practicar el tiro al blanco. Que disparen a todos”.
Parker, que asegura haber votado toda su vida a los conservadores, conocidos como tories en la jerga política británica, también expresa su descontento con el actual primer ministro, al que se refiere con un término profundamente despectivo y racista. El primer ministro Rishi Sunak nació en Southampton, al sur de Inglaterra, de padres indios originarios de Tanzania.
Clacton-on-sea es una de las áreas más empobrecidas y degradadas del Reino Unido en las últimas décadas. Durante el referéndum de 2016, el apoyo al Brexit superó el 70% de los votos. A lo largo de varias elecciones, la población ha demostrado su preferencia por los partidos populistas, euroescépticos y xenófobos con los que Farage ha competido: UKIP, Brexit Party y ahora Reform UK.
Farage se apresuró a responder a la emisión del documental de Channel 4, consciente del daño que podría causar a menos de una semana de las elecciones, previstas para el 4 de julio. Aseguró que estaba consternado por los comentarios y afirmó que las personas involucradas ya no formaban parte de su equipo de campaña.
A pesar de su disculpa, Farage también atacó a Channel 4, cuestionando si habían sometido a los activistas de base de todos los partidos a las mismas tácticas, o si habían decidido dedicar una atención especial a Reform UK.
A lo largo de las seis semanas de campaña, ha habido miembros de Reform UK que han cuestionado la lealtad al país del rey Carlos III, llamado a los inmigrantes “basura” y acusado de llegar al país “para arruinarlo y violar a nuestras mujeres”, y algunos han pedido la deportación de las candidatas de raza negra del Partido Laborista.
La investigación de Channel 4 permitió a los británicos escuchar las ideas extremas de los seguidores más fervientes de Farage. En un momento del reportaje, varios de ellos se reúnen en un pub de Clacton-on-sea y expresan su desprecio por la bandera LGTBI multicolor en el capó de un coche de policía.
El último sondeo publicado por la empresa YouGov otorga a Reform UK un respaldo del 17%, apenas un punto por detrás del Partido Conservador. Sin embargo, hace apenas dos semanas, un sondeo encargado por el diario The Times situó a Farage por delante de Sunak. Esto ha generado nerviosismo entre los tories, ante la posibilidad de que Reform UK les iguale o supere en número de votos, y logre por primera vez en su historia obtener escaños en la Cámara de los Comunes.