Los dos últimos ministros de Defensa de China enfrentan acusaciones de corrupción | Internacional

EL PAÍS

China, un país conocido por su estricta política anticorrupción, ha anunciado una investigación contra sus últimos dos ministros de Defensa, Li Shangfu y Wei Fenghe. Li Shangfu, de 66 años, y su predecesor inmediato Wei Fenghe, que ejerció como titular de Defensa entre 2018 y 2023, están acusados de una serie de graves incumplimientos disciplinarios y de corrupción.

La noticia llega tras la aprobación de un informe del organismo de inspección y supervisión disciplinaria de la Comisión Militar Central por el Politburó del Partido Comunista, uno de los órganos de poder más altos de China. Según el informe, la naturaleza del comportamiento de ambos ministros es «extremadamente grave» y ha causado «un gran daño a la causa del Partido, a la defensa nacional y a la construcción militar, así como a la imagen de los altos dirigentes».

Concretamente, a Li se le acusa de incumplir «con su responsabilidad política de gobernar de forma exhaustiva y estricta», de resistirse «a la revisión organizativa», de violar «gravemente la disciplina organizativa» y de buscar «ilegalmente beneficios personales para sí mismo y para otros». Además, se le acusa de utilizar su posición «para buscar beneficios para otros» y de haber «aceptado enormes sumas de dinero», sospechosas de constituir soborno.

Li Shangfu, que fue nombrado ministro de Defensa en marzo de 2023, fue relevado de su cargo por orden del presidente Xi Jinping en octubre del mismo año, apenas dos meses después de su desaparición a finales de agosto. Según los informes, fue en esa fecha cuando se abrió el expediente contra él.

Por su parte, Wei Fenghe, que también ejerció como comandante de la fuerza de misiles del Ejército Popular de Liberación (EPL), encargada del arsenal nuclear y de misiles convencionales, enfrenta acusaciones similares.

En su caso, se le acusa de haber aceptado ilegalmente regalos y dinero en efectivo, de utilizar su posición para buscar beneficios para otros y de haber aceptado enormes sumas de dinero sospechosas de soborno. Según el Politburó, su caso es «extremadamente grave».

Es importante destacar que en China, casos similares han acabado con condenas a cadena perpetua en la prisión de Qincheng. Ejemplos notables son los casos de los políticos Bo Xilai o Zhou Yongkang.

La caída de Li Shangfu sigue un patrón similar al del exministro de Exteriores Qin Gang, quien fue nombrado en diciembre de 2022 y reemplazado de forma abrupta en julio de 2023 después de un mes de ausencia.

El anuncio de la investigación contra Li y Wei se produce en un contexto de intensificación de las investigaciones contra altos mandos del Partido. Según cifras oficiales recogidas por el diario oficialista Global Times, las autoridades disciplinarias y de supervisión de China impusieron algún tipo de castigo disciplinario o administrativo del Partido Comunista a 610.000 personas en 2023.

El caso de los dos exministros es un recordatorio de la continua lucha de China contra la corrupción, especialmente en las altas esferas del poder. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema político chino. Mientras tanto, el mundo sigue observando de cerca la situación en China, anticipando el impacto que estos casos de corrupción podrían tener en el futuro del país.

Deja una respuesta