El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha declarado públicamente que Israel no desea una guerra con Líbano, pero advierte que puede devolver al país a la Edad de Piedra si las negociaciones diplomáticas no tienen éxito. Esta declaración se produjo durante una visita a Washington, donde el ministro de Defensa israelí expresó su postura ante la prensa.
«No queremos entrar en una guerra porque no es bueno para Israel», afirmó Gallant. Sin embargo, también aseveró que Israel tiene la capacidad de devolver a Líbano a la Edad de Piedra, pero que prefiere no hacerlo. Su posición es clara: «No queremos la guerra, pero nos estamos preparando para cualquier escenario». Esta declaración es una clara alusión al grupo islamista Hizbul, al que Gallant considera como una amenaza potencial.
Gallant sostiene que Hizbul, respaldado por Irán, comprende muy bien que Israel puede infligir daños masivos en Líbano si se inicia una guerra. En los últimos meses, Gallant afirma que Israel ha eliminado a más de 400 «terroristas» de este movimiento.
El temor a una guerra total en Líbano ha ido en aumento en las últimas semanas debido a la escalada de intercambios violentos entre Israel y Hizbul. Ambas partes han estado disparando proyectiles regularmente a través de la frontera desde que el ataque del 7 de octubre de Hamas, aliado de Hizbul, contra el sur de Israel desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.
Durante su visita a Washington, Gallant también informó que se han logrado «avances significativos» en el envío de armas estadounidenses a Israel para su campaña militar en el asolado territorio palestino. Según el ministro de Defensa israelí, se han eliminado obstáculos y se han abordado cuellos de botella en el proceso de envío de armas.
«Me gustaría dar las gracias a la administración y a la opinión pública estadounidenses por su apoyo permanente al Estado de Israel», expresó Gallant, tras una reunión con Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden. Durante su estancia en la capital estadounidense, Gallant también se reunió con el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Las declaraciones de Gallant se producen en un contexto de tensión entre Israel y Estados Unidos. Recientemente, el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó públicamente al gobierno estadounidense de retrasar la entrega de armas a Israel. Washington, por su parte, insiste en que solo se ha retrasado un envío de bombas por temor a que se utilicen en zonas pobladas, y que los demás envíos siguen su curso normal.
En relación a estas tensiones, Gallant no ofreció más detalles sobre los avances ni aclaró si el gobierno de Biden accedió a impulsar el envío de armas o si proporcionó explicaciones tranquilizadoras. No obstante, las declaraciones del ministro de Defensa israelí dejan claro que la posibilidad de un conflicto con Líbano está en el horizonte, y que Israel se prepara para todas las eventualidades.