El tétanos, una enfermedad infecciosa aguda, es una amenaza de salud importante que puede afectar a cualquier persona, pero que es especialmente grave en adultos mayores, recién nacidos y embarazadas, según el Dr. Alexis Holguín, de la campaña «Yo sí me vacuno». Esta enfermedad es causada por las esporas de la bacteria Clostridium tetani, que se encuentra en el medio ambiente, en objetos como clavos y agujas oxidadas, y en heces de animales y humanos.
Un caso de tétanos puede ser consecuencia de una herida profunda o corte. El Dr. Holguín aconseja acudir a un centro de salud en las primeras horas posteriores al accidente. «Las heridas exponen los tejidos internos a bacterias de la piel y del medio ambiente. Si el objeto que causó la herida está infectado, puede reactivar la bacteria del tétanos. Es importante mencionar que, aunque la relación entre los metales oxidados y el tétanos es común, la bacteria también puede encontrarse en objetos nuevos, así como en traumatismos que pinchen o corten la piel, incluyendo mordeduras de animales, quemaduras, entre otras», señala.
En los recién nacidos, el tétanos neonatal suele ser producto de partos fuera del ambiente hospitalario y en lugares poco higiénicos. La infección se produce por un manejo antihigiénico del cordón umbilical, principalmente a través de fórmulas caseras o productos no esterilizados como mantequilla, zumos o monedas.
La bacteria del tétanos afecta el sistema nervioso central, provocando contracciones musculares dolorosas, principalmente en los músculos de la mandíbula y el cuello, así como en el tórax, la espalda y los abdominales. Los principales síntomas del tétanos son: Babeo, Sudoración excesiva, Fiebre, Espasmos en manos o pies, Irritabilidad, Dificultad para deglutir, Micción o defecación incontrolables. «En casos avanzados, el tétanos puede generar convulsiones y graves complicaciones como neumonía, fracturas de vértebras, disminución del latido cardíaco e incluso la muerte», advierte el doctor Holguín.
La mejor forma de prevenir el tétanos es a través de la vacunación. La vacuna pentavalente, incluida en el esquema nacional de vacunación, protege contra el tétanos. «El esquema de vacunación consiste en cuatro dosis, administradas a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. A los 4 años, se aplica la vacuna DPT (Difteria, Pertussis y Tétanos) para reforzar la protección. La protección de ninguna vacuna es permanente, por lo que se necesitan refuerzos cada 10 años, especialmente en mujeres en edad fértil y personas que trabajan en condiciones de riesgo de heridas», señala el doctor.
Es vital que las personas estén informadas sobre el tétanos, sus riesgos, síntomas y, sobre todo, las medidas preventivas. La prevención es la mejor estrategia para combatir esta enfermedad, y la vacunación es el medio más efectivo para lograrlo. Acudir a un centro de salud ante una herida profunda o corte y mantener la higiene en todas las circunstancias también son medidas cruciales para evitar la propagación y el contagio del tétanos. Las mujeres embarazadas y los adultos mayores deben tener especial cuidado, ya que son los más vulnerables a esta enfermedad.