El ejército ucraniano se encuentra nuevamente bajo el impacto de un terremoto interno, tras la denuncia hecha por el comandante de la brigada Azov, Bogdan Krotevich, en contra del teniente general Yuri Sodol, comandante de las Fuerzas Conjuntas de las Fuerzas Armadas Ucranias. Krotevich acusó a Sodol de abuso de poder, incompetencia en su mando e incluso de una posible colaboración con el enemigo, llevando su queja a la Oficina Estatal de Investigación (DBR, los servicios secretos ucranios) el 23 de junio.
La denuncia de Krotevich instigó una conmoción política y profundizó la fractura existente dentro del ejército ucraniano, que se había intensificado tras el despido de Valeri Zaluzhni como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. El presidente Volodímir Zelenski cesó a Zaluzhni en febrero después de meses de fricciones y nombró en su lugar al general Oleksandr Sirski. A diferencia de Zaluzhni, quien gozaba de un amplio respaldo dentro del estamento militar, Sirski es percibido principalmente como un leal al presidente.
En febrero, el propio Sirski había promovido a Sodol al cargo de comandante de las Fuerzas Conjuntas. Sin embargo, su despido apenas cuatro meses después representa un golpe para el liderazgo del jefe supremo del ejército ucraniano. En lugar de Sodol, el general de brigada Andrii Gnatov ha sido nombrado para ocupar la posición. La orden de Zelenski no especificó las razones detrás del cambio.
La brigada Azov, bajo el mando de Krotevich, es parte de la Guardia Nacional, que a su vez integra la estructura del Ministerio del Interior. Es uno de los regimientos más destacados en la defensa de Ucrania y, además, es la principal organización política de la extrema derecha ucraniana, con fuertes vínculos con otras brigadas militares de primer nivel.
El despido de Sodol en menos de 24 horas después de la denuncia de Krotevich es una muestra del poder de influencia de Azov. En su denuncia, Krotevich no se guardó palabras duras contra Sodol, alegando que este último había causado más bajas entre los soldados ucranianos que cualquier general ruso. Según Krotevich, el 99% de los militares odian a Sodol por sus acciones.
Yuri Sodol ha asumido responsabilidades de alto nivel durante la invasión rusa, tales como la defensa de Mariupol y el liderazgo del cuerpo de marines ucraniano. Desde mayo, era la máxima autoridad en el Grupo de Operaciones Estratégicas Jortitsia, que coordina las acciones militares en la provincia de Járkov y parte de Donetsk. Sin embargo, en los últimos meses, ha sido objeto de críticas y acusaciones de derrotas como la pérdida del municipio de Toretsk (en Donetsk).
La situación de Sodol también refleja la tensión que prevalece en el terreno político y militar ucraniano ante la incapacidad de repeler al invasor. Las tropas del Kremlin han estado avanzando en el frente de Pokrovsk y en mayo abrieron un nuevo escenario de batalla al norte de la ciudad de Járkov, en los límites con la provincia rusa de Bélgorod. A pesar de ello, las fuerzas de Sirski han logrado contener al enemigo en este sector de la guerra, gracias a la incorporación de unidades que estaban en la reserva y a la llegada de armamento occidental.
