El martes reciente, el Rey Carlos III recibió con gran pompa oficial al Emperador Naruhito y a la Emperatriz Masako en su primera visita de Estado desde que le fue diagnosticado un cáncer no especificado en enero. Esta reunión tuvo lugar en el Palacio de Buckingham, que se vistió de gala para celebrar la presencia del emperador anglofílico y su esposa, quienes fueron estudiantes en su día de la Universidad de Oxford.
En primera instancia, Naruhito y Masako fueron recibidos por el Príncipe Guillermo. Luego, les acompañó en su camino al emblemático Horse Guards Parade, donde visitaron la tumba del soldado desconocido, recibieron los honores militares y fueron recibidos por el rey y por la Reina Camila.
El Rey Carlos y el Emperador Naruhito viajaron en carrozas distintas a las de sus esposas, las dos vestidas de blanco. La Emperatriz Masako llamó la atención por llevar una mascarilla, a juego con su vestido, para protegerse de su alergia a los caballos durante el trayecto entre Whitehall y el Palacio de Buckingham.
El Príncipe Guillermo avanzó en una tercera carroza, junto al veterano político Hirofumi Nakasone, al frente de la delegación nipona. Kate Middleton, quien reapareció hace apenas 10 días en el desfile Trooping the Colour, no estuvo presente en la recepción oficial y no se ha anunciado en principio su presencia en ninguna de las ceremonias de las visita de Estado.
El Emperador y su esposa llegaron a Londres el domingo y se reservaron los dos primeros días como «visita privada». Durante estos días, Naruhito aprovechó para visitar las compuertas del Támesis, lo cual fue el motivo de su tesis sobre la navegación fluvial a su paso por el Merton College.
El Rey Carlos y Naruhito, ambos de 64 años, comparten su pasión por la naturaleza. Su amistad se remonta a hace más de dos décadas. Carlos visitó Japón en cinco ocasiones cuando era Príncipe de Gales y extendió la invitación, aplazada en su día por el COVID-19, cuando el emperador y la emperatriz acudieron en el 2022 a los funerales por la muerte de Isabel II.
Un contratiempo alteró el protocolo de la visita. La Princesa Ana fue golpeada por un caballo en su residencia de Gloucestershire e ingresada en un hospital de Bristol, donde está siendo atendida de «heridas menores» en la cabeza. Ana, que ha tenido un papel muy destacado cubriendo temporalmente la ausencia de Carlos tras su diagnóstico, se ausentará en la cena de gala y los fastos de estos días.
A la cena asistirán también el Premier Rishi Sunak y el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, haciendo un alto en la campaña electoral. Sunak acudió este mediodía al Palacio de Buckingham para la bienvenida oficial a los soberanos nipones, acompañado por el Ministro de Exteriores David Cameron.
La visita de Estado estaba prevista desde hace meses y el Palacio de Buckingham decidió seguir con sus planes, gracias a la disposición del Rey Carlos, quien anunció a finales de abril su vuelta a la actividad pública pese a seguir en tratamiento.
El objetivo de este viaje de Estado de Naruhito es reforzar los lazos militares, económicos, científicos y culturales entre los dos países. Tras la visita de rigor a la Abadía de Westminster, el emperador y la emperatriz visitarán el Francis Crick Institute en King Cross, considerado uno de los mayores centros de investigación biomédica del mundo.
Naruhito y Masako también visitarán Windsor para depositar una corona de flores en la tumba de la Reina Isabel II, en la cripta de la Capilla de San Jorge. El emperador ha querido igualmente recordar sus vínculos con el Reino Unido con la visita a uno de sus lugares predilectos, Kew Gardens, posiblemente el jardín botánico más biodiverso del mundo.
La visita de Estado culminará el jueves. Sin embargo, un día después, de nuevo a modo privado, Naruhito y Masako realizarán una última y nostálgica incursión a Oxford, el lugar que marcó el destino de la entonces estudiante y diplomática antes de convertirse en emperatriz.