La situación en Ucrania vuelve a encabezar la agenda comunitaria de la Unión Europea (UE), con los 27 ministros de Asuntos Exteriores, reunidos en Luxemburgo, aprobando un nuevo paquete de medidas punitivas contra Rusia, el décimocuarto en casi 30 meses de conflicto. Este conjunto de sanciones es el primero en centrarse específicamente en el gas natural licuado ruso. Además, los ministros han logrado evitar el bloqueo de Hungría para destinar los fondos generados por los activos rusos congelados a la compra de armas para las tropas lideradas por Volodimir Zelenski.
Un total de 1.400 millones de euros obtenidos de los intereses generados por los activos rusos congelados en territorio comunitario fueron aprobados para su desembolso, según fuentes europeas. El 90% de estos fondos se destinará a la adquisición de municiones y armamento para Ucrania. Esta medida fue aprobada por la UE el mes pasado, pero su implementación se retrasó debido a las trabas impuestas por la Hungría de Viktor Orban.
Josep Borrell, a su llegada a la reunión, se mostraba optimista sobre encontrar una solución legal que evite el veto húngaro. Según el jefe de la diplomacia europea, este primer tramo de fondos llegará en cuestión de días, y el siguiente en los próximos meses.
La estrategia propuesta por los servicios legales del Consejo para eludir el obstáculo impuesto por Orban es argumentar que no se trata de dinero comunitario. Sin embargo, en Budapest, esta maniobra no ha sido bien recibida. Peter Szijjártó, ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, ha expresado su descontento a través de un breve mensaje en Facebook.
Por otro lado, Hungría, que asumirá la Presidencia del Consejo de la UE el 1 de julio con Ucrania fuera de sus prioridades, sigue bloqueando más de 6.000 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz, el instrumento que canaliza y financia el envío de armas a Ucrania.
Desde Rusia también llegan amenazas. Maria Zajárova, portavoz del Kremlin, ha advertido que las inevitables represalias rusas serán extremadamente dolorosas para Bruselas, tras el acuerdo recientemente rubricado en el G7 para usar los intereses generados por los activos del Banco Central ruso congelados en suelo europeo, principalmente en Bélgica.
Paralelamente, los 27 ministros han dado luz verde definitiva al decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia. Este nuevo conjunto de medidas punitivas incluye a 69 personas y 47 entidades acusadas de «menoscabar o amenazar la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania». Estas sanciones incluyen por primera vez el gas natural licuado ruso, prohibiendo su reexportación desde puertos comunitarios a terceros países.
Dymitro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, ha celebrado este paso para «estrangular aún más la economía de guerra de Putin». Kuleba ha reiterado a sus aliados la necesidad y urgencia de enviar más material militar, especialmente municiones y sistemas de defensa aérea.
Con estas noticias, Ucrania comienza una semana llena de importantes actualizaciones para su presente y futuro. La UE anunciará el martes el inicio de las negociaciones de adhesión después de confirmar que el país ha cumplido con las reformas requeridas previamente.