Los fabricantes de automóviles chinos se encuentran en una posición incómoda debido a la posible subida de aranceles a sus productos eléctricos por parte de Bruselas. Esta medida, que aún es provisional y pendiente de negociación hasta el 4 de julio, ha llevado a los fabricantes a pedir al gobierno chino una respuesta en términos similares contra los coches de importación que llegan a su mercado. Esta información ha sido publicada por el Global Times, un periódico con apoyo del gobierno chino, el 19 de junio, según informa Automotive News Europe.
El escenario automovilístico en China está dominado por marcas occidentales que fabrican en el país asociándose con empresas locales como FAW, Dongfeng, SAIC, BAIC y otras similares, estableciendo joint-ventures para producir vehículos exclusivamente para el mercado chino. En teoría, las posibles medidas arancelarias no deberían afectar a estas alianzas con Volkswagen, Honda, Toyota o Tesla, cuyo modelo de acceso, el Model Y con batería de tamaño más reducido, se fabrica en China.
Los aranceles que Bruselas podría imponer a los coches eléctricos chinos oscilan entre un 17% a los coches de BYD por su colaboración en la investigación, aumentando hasta un 38,1% a SAIC/MG y otras marcas que no han colaborado con la Unión Europea. Esta medida proteccionista a favor de los fabricantes europeos busca frenar la expansión de marcas chinas como el Renault Twingo de 2026 o el supuesto Volkswagen ID.1.
No obstante, la posibilidad de tener coches chinos eléctricos a precio asequible, incluso con estos aranceles, sigue en pie. Se espera que muy pronto tengamos coches eléctricos baratos chinos, casos del Dongfeng Box que deberíamos tener en septiembre, el Leapmotor T03 o el esperado BYD Seagull, que en otras partes del mundo está resultando un éxito. Incluso con estos aranceles, estos coches deberían venderse por menos de 20.000 euros, con las marcas chinas buscando lugares en Europa (como ha hecho el Grupo Chery con la planta de Barcelona ex-Nissan) donde asentar plantas y por tanto evitar estos aranceles.
La prohibición afectaría más a coches de importación con vehículos de combustión de gran tamaño, pudiendo incrementar el arancel del 15% actual al 25%. Esto supone un nuevo episodio en esta trifulca comercial cuya mecha ha empezado a acortarse a raíz de decisiones políticas en Estados Unidos, al cuadruplicarse los aranceles en coches eléctricos procedentes de China cuyo volumen de mercado allí es muy reducido.
China podría responder con una investigación que de lugar a aranceles mayores para productos porcinos, tanto para consumo humano u otros usos, lo cual afectaría en gran medida al sector en Europa y en particular a España. Los productos lácteos procedentes de Europa podrían verse también afectados.
En Europa, la suma de la cuota de mercado de todas las marcas chinas, ya sean de coches eléctricos o de híbridos enchufables, no es demasiado abultada pese al éxito recientes de BYD y MG. En occidente se quiere contener de esta manera sabiendo el potencial que tienen para cambiar el mercado. Por el contrario, Volkswagen, Honda o Toyota son en la actualidad grandes marcas en China, viéndose superadas por BYD en el pasado 2023.