Álvaro Ramis, Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, ha subrayado la importancia de lograr una autonomía estratégica en la toma de decisiones nacionales, especialmente en el contexto de eventos políticos recientes, como la guerra Rusia-Ucrania y los sucesos en el estrecho de Magallanes y la soberanía Antártica de Chile. Ramis apunta hacia la necesidad de reducir los convenios con Israel y opina que Chile debería evitar apoyar el ingreso de Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN. Además, recalca la necesidad de definir la relación con los BRICS de acuerdo con el interés nacional y advierte sobre las provocaciones de la ultraderecha argentina.
El concepto de autonomía estratégica se refiere a la independencia en la toma de decisiones nacionales para alcanzar las metas nacionales. Según Ramis, es crucial para lograr esta autonomía, especialmente en áreas desafiantes como la energía, el sector financiero, la política comercial, la ciencia y tecnología, y la defensa. El Rector señala que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile necesita clarificar sus metas nacionales y destaca la importancia de la independencia para reducir la dependencia y aumentar la soberanía.
En referencia a la reciente gira del Presidente Gabriel Boric, Ramis señala su apoyo a la postura chilena en temas controversiales, particularmente en relación al genocidio del pueblo palestino en Gaza. En cuanto a la participación del presidente en la Cumbre por la Paz en Ucrania y su apoyo al gobierno ucraniano, Ramis considera que el enfoque de Chile debería ser el respeto al derecho internacional y los derechos humanos, en lugar de apoyar a un régimen en particular.
En cuanto a la política exterior con respecto a Israel, Ramis sugiere que es necesario pasar de las palabras a la acción, reduciendo todo tipo de convenios en materia de cooperación militar, comercial y tecnológica. Adicionalmente, el Rector sugiere establecer una política de compras públicas excluyendo a Israel y sus empresas como proveedores y promover cooperación con Palestina en áreas de cooperación humanitaria, educativa, cultural y de refugio migratorio.
Al analizar la situación en la región, Ramis observa una creciente conflictividad con Argentina, sugiriendo que Chile debería demostrar firmeza sin caer en provocaciones. En relación a Bolivia, sugiere una política de etapas, empezando por fortalecer la integración subnacional y proyectando el restablecimiento de las relaciones a nivel de embajadores en una segunda etapa. Con respecto a México y Brasil, sostiene que las relaciones son fluidas y provechosas, pero advierte que Chile debe ser cuidadoso debido a su dependencia del mercado financiero global y del mercado de divisas.
En cuanto al relacionamiento con Estados Unidos, Ramis opina que Chile debería aprovechar la disputa comercial entre Estados Unidos y China para lograr los mayores beneficios de ambos. En este sentido, destaca la importancia de la Política Nacional del Litio, el desarrollo del Hidrógeno Verde, las energías renovables y la electromovilidad como áreas de interés estratégico.
Finalmente, en relación a la postura de Chile frente a Rusia y China, Ramis sostiene que la relación con los BRICS debe estar graduada y definida de acuerdo con el interés nacional. Aconseja mantener la distancia necesaria para evitar los costos de una disputa global y advierte sobre los efectos no deseados de un acercamiento excesivo con China, citando el caso de la crisis de Huachipato como un ejemplo de desindustrialización causada por la fuerza de la producción china.