El líder del partido político británico Reform UK, Nigel Farage, ha hecho unas controvertidas declaraciones en una entrevista para la BBC. Farage, conocido por sus posturas populistas y su liderazgo en el movimiento Brexit, ha afirmado que Occidente «provocó» la invasión de Ucrania por parte de Rusia al intentar expandir la Unión Europea y la Alianza Atlántica a los países del este de Europa.
Aunque Farage ha reconocido que la guerra fue culpa de Vladimir Putin, argumentó que fueron la UE y la OTAN quienes dieron una razón a los rusos para invadir, al dar la impresión de que «vienen a por nosotros».
Estas declaraciones de Farage no son del todo sorprendentes, dado que en 2014 afirmó que Putin era el político que más admiraba. En respuesta a preguntas sobre esas declaraciones anteriores, Farage explicó: «No me gustaba como persona, pero le admiraba como operador político por su capacidad para tomar el control y gestionar Rusia».
Farage, quien anteriormente lideró el UKIP, ha tenido una relación cercana con Rusia en el pasado. Colaboró con el canal televisivo Russia Today (RT), considerado el brazo de propaganda del Kremlin, en 17 ocasiones. Durante su tiempo en RT, Farage criticó a la UE, afirmando que «no está gobernada por democracias electas» y que Europa «está en manos de los peores líderes desde 1945».
El financiador de Farage, el millonario Arron Banks, quien financió su campaña Leave EU, está casado con una ciudadana rusa y mantuvo encuentros con altos oficiales de la embajada rusa en la cuenta atrás del referéndum Brexit. Esto ha llevado a especulaciones sobre la influencia rusa en la campaña a favor del Brexit.
A pesar de las críticas, Farage ha mantenido su popularidad entre una parte del electorado británico. De hecho, su partido, Reform UK, está empatado con el Partido Conservador con el 19% de intención de voto, según el último sondeo de BMG Research. Mientras tanto, el Partido Laborista lidera las encuestas con el 42% de intención de voto.
Farage, de 60 años, fue eurodiputado por el UKIP, pero falló en sus siete intentos de poner un pie en Westminster. Su ambición es convertirse en «líder de la oposición» si resulta elegido como diputado por Clacton el 4 de julio.
En un tono más ligero, meses después del referéndum en el que venció el Brexit, Farage fue «investido» como sir Nigel Farage por sus méritos por una niña de seis años disfrazada de la reina Isabel II. Esta escena fue ampliamente criticada en los medios británicos.
En cuanto al impacto económico del Brexit, Farage sostiene que la economía británica se habría beneficiado si él hubiera tenido las riendas del país, y no el Partido Conservador. Aunque esta afirmación es discutible, es un indicativo de la autoconfianza y la ambición de Farage, y de su capacidad para mantenerse en el centro de la conversación política británica.