Internacional: Hezbolá advierte que atacará a Chipre si Israel utiliza sus bases para una guerra abierta

EL PAÍS

Como la intensificación de las amenazas y el fuego cruzado entre Israel y Hezbolá alcanzan su punto álgido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enviado de urgencia a su enviado Amos Hochstein a la región para evitar una guerra total de consecuencias imprevisibles. En medio de esta creciente tensión, el líder del partido-milicia libanés, Hasan Nasralá, ha lanzado una advertencia inquietante. Asegura que no quiere una «guerra total», pero promete luchar «sin reglas ni límites», por tierra, mar y aire, y sin dejar «un solo lugar» a salvo de sus misiles y drones, si su enemigo inicia la guerra.

En su advertencia, Nasralá ha incluido por primera vez a Chipre, miembro de la Unión Europea. La isla, ubicada al noroeste de Líbano y que ha albergado maniobras militares con Israel, podría ser considerada «parte de la guerra» si permite a Israel usar sus bases para lanzar ataques. Esta postura indica claramente la determinación de Hezbolá de expandir su alcance y represalias si se ve provocado.

Nasralá, en su discurso televisado, ha indicado que «si [Israel] inicia una guerra contra Líbano, el asunto del mar Mediterráneo se volverá una cosa completamente diferente. Todas sus costas, todas sus playas, todos sus puertos, todos sus navíos. E [Israel] sabe que su ejército es incapaz de defenderse. Su ejército es incapaz en esa batalla». Estas palabras llegan después de ocho meses de enfrentamientos que han derivado en una especie de guerra de baja intensidad o de desgaste. Hezbolá insiste en que cesará sus ataques en cuanto Israel ponga fin a la guerra en Gaza, pero el Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, los trata como frentes separados.

La organización de Hezbolá, una poderosa entidad chií que se asemeja a un Estado dentro del Estado y cuyas fuerzas, que se cree que oscilan entre 50.000 y 100.000, se atribuye la capacidad de vencer al propio ejército libanés, ha afirmado que «ningún lugar» de Israel quedará a salvo de sus cohetes y drones.

En un golpe de efecto, Hezbolá ha difundido imágenes de uno de los puntos más estratégicos del Estado judío: el puerto de Haifa. Este puerto, situado a más de 30 kilómetros de la frontera, es el más grande de los tres puertos internacionales que tiene el país, junto con Ashdod y Eilat. Según Hezbolá, un dron lanzado desde Líbano llegó hasta allí, captó las imágenes y regresó sin ser interceptado.

En respuesta a esta provocación, el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, declaró que «Estamos muy cerca del momento de decidir cambiar las reglas contra Hezbolá y Líbano. En una guerra total, Hezbolá será destruido y Líbano se verá gravemente dañado. El Estado de Israel pagará un precio en el frente y en la retaguardia, pero con una nación fuerte y unida y todo el poder del ejército, restauraremos la seguridad a los residentes del norte”.

Mientras que unos 94.000 libaneses y más de 60.000 israelíes permanecen evacuados de sus hogares en la zona del fuego cruzado, la mayoría pide iniciar ya una guerra abierta que les permita regresar. El pasado día 5, Netanyahu visitó la frontera, que todos los días registra decenas de bombardeos aéreos, en Líbano; o drones explosivos, cohetes o proyectiles anticarro, en Israel, y declaró: “Estamos preparados para una acción muy intensa”.

La última vez que ambas partes entraron en guerra fue en 2006 durante 34 días. Aunque murieron más de mil libaneses, sobre todo civiles, Hezbolá cantó victoria por resistir a un enemigo muy superior y matar a 165 israelíes, la mayoría soldados. Hoy, Hezbolá posee más arsenal y más hombres mejor preparados.

Mientras que algunas voces en el ejército y la política israelí consideran inevitable una guerra abierta para empujar a las fuerzas de élite de Hezbolá al norte del río Litani, un sector ultraderechista minoritario ve además una oportunidad de reocuparla militarmente y levantar allí asentamientos judíos. El concepto bíblico de la Tierra de Israel, al que aspiran los judíos más ultranacionalistas, engloba al menos una parte del actual Líbano.

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