El Informe de Política Monetaria (Ipom) de junio publicado por el Banco Central de Chile ha reflejado un incremento en las proyecciones de inflación para este año y el siguiente. Tras una serie de deliberaciones internas, el organismo rector ha modificado sus estimaciones de inflación para 2021 de un 3,8% a un 4,2%, y para el 2022 de un 3% a un 3,6%.
Según el informe del Banco Central, las proyecciones de inflación han aumentado significativamente, especialmente para el año 2025. Este incremento se atribuye principalmente a dos factores: el impacto del shock de oferta causado por los precios más altos de la electricidad, y un mayor impulso de la demanda interna.
Las proyecciones actuales indican que la inflación anual para 2024 se situará en un 4,2%, en comparación con el 3,8% estimado en marzo, y para 2025 se espera que alcance el 3,6% (3,0% en marzo). El informe afirma que esto representa una inflación promedio que sería 1,1 puntos porcentuales mayor durante ese año, y que su convergencia hacia el 3% se produciría en la primera mitad de 2026.
A raíz de esta nueva proyección, se pospone el retorno a la meta de inflación en Chile, según las estimaciones del Banco Central. En cuanto a las perspectivas para la inflación subyacente, estas contemplan efectos indirectos limitados de la actualización tarifaria, haciendo referencia a los ajustes de costos en empresas con tarifas reguladas y procesos de indexación de precios y salarios acordes con lo habitual.
El informe también señala que las proyecciones para este componente incluyen el impacto del mayor gasto impulsado por el sector externo. Parte de estos efectos se compensa por un TCR que, en comparación con marzo, anticipa su ajuste y converge a niveles más apreciados a lo largo del horizonte de proyección. Esto incide a la baja especialmente en la inflación proyectada de bienes.
En cuanto al crecimiento económico, la entidad presidida por Rosanna Costa proyecta que para este año se espera que el PIB crezca entre un 2,25% y un 3,0%, superando el piso del 2% que se había previsto en marzo. Esta mejora se asocia con mejores datos efectivos por el lado del gasto y los alcances iniciales del alza del precio del cobre.
El informe destaca que el ajuste respecto al rango previo (2,0-3,0%) se asocia a mejores datos efectivos por el lado del gasto y los alcances iniciales del alza del precio del cobre. Sin embargo, a mediano plazo, estos efectos se ven compensados con el impacto negativo que tienen los reajustes de las tarifas de electricidad en el ingreso disponible de los hogares.
Por lo tanto, se prevé que el rango de crecimiento se mantenga entre el 1,5 y el 2,5% para 2025 y 2026. El informe del Banco Central de Chile pone de manifiesto la delicada balanza que implica mantener una inflación controlada y promover el crecimiento económico en un contexto de cambios en los precios de la electricidad y el cobre.