La tradicional peregrinación musulmana a La Meca ha quedado marcada por una ola de calor sin precedentes que ha elevado las temperaturas hasta los 51 grados, causando centenares de fallecidos. Fuentes diplomáticas de varios países asistentes al evento han informado que al menos 577 personas han fallecido desde el lunes debido a las altas temperaturas.
Sin embargo, el número de fallecidos podría ser mucho mayor ya que las cifras actuales se basan en los datos obtenidos por cada país en las morgues de los hospitales de La Meca. Según las autoridades saudíes, muchos peregrinos habrían entrado al país sin registrar un visado de turista, dificultando la obtención de datos completos sobre el total de afectados.
La situación ha sido grave, con informes de testigos que han visto a cientos de personas desmayarse en las zonas donde se llevaban a cabo los rituales islámicos. Azza Hamid Brahim, una peregrina egipcia de 61 años, describió la escena a Reuters como «el día del juicio final, el fin de los tiempos».
Las autoridades de Riad han informado que han atendido a más de 3.000 casos de «agotamiento por el calor» durante las ceremonias religiosas, que en su mayor parte se celebran al aire libre y bajo altas temperaturas. Por otro lado, las autoridades de Indonesia anunciaron la muerte de más de un centenar de sus ciudadanos en la peregrinación, aunque no especificaron cuántos de ellos fallecieron por el calor.
Es importante destacar que la peregrinación a La Meca, también conocida como Hajj, es un rito obligatorio para todos los musulmanes al menos una vez en la vida y congrega a millones de feligreses anualmente en los lugares sagrados de Arabia Saudí. El evento cambia de fecha cada año debido a que sigue el calendario lunar islámico, y este año se ha celebrado del 14 al 19 de junio, coincidiendo con la ola de calor sin precedentes.
El impacto del cambio climático en la peregrinación a La Meca es cada vez más evidente, con un aumento de la temperatura media de 0,4 grados en la última década, según un reciente estudio. Este aumento de temperaturas preocupa a las autoridades saudíes porque todos los rituales en La Meca y Mina se celebran durante horas y al aire libre.
En respuesta a la creciente crisis climática, las autoridades saudíes han tomado medidas extraordinarias para aliviar el aumento de las temperaturas. Este año han distribuido agua y bebidas energéticas entre los peregrinos para combatir el calor, y han acondicionado espacios cerrados con aire acondicionado para descansar.
A pesar de estas medidas, la situación sigue siendo crítica. Riad atribuye el aumento de incidentes a las personas que acudieron al evento sin registrarse. Un funcionario indicó a la agencia AFP que los «peregrinos irregulares provocaron un gran caos en los campos de peregrinos, con el colapso de los servicios», y añadió que «los peregrinos estuvieron durante mucho tiempo sin comida, agua ni aire acondicionado».
La tradicional peregrinación a La Meca, que congrega a millones de feligreses al año, se ve cada vez más afectada por el cambio climático. La ceremonia de este año comenzó con temperaturas de 48 grados y alcanzó una cifra récord nunca antes registrada en La Meca de 51,8 grados el martes. En la ciudad cercana de Mina, donde se llevan a cabo otros rituales al aire libre, la estación meteorológica registró 46 grados.
El aumento de las temperaturas está afectando de manera significativa a los asistentes a la peregrinación, especialmente a aquellos de avanzada edad y con problemas de salud como enfermedades del corazón o diabetes. Sin embargo, al menos un niño de nacionalidad egipcia habría fallecido por golpe de calor.
La situación se ha agravado por el hecho de que muchos de los rituales en La Meca y Mina se celebran al aire libre y durante largas horas. La ceremonia comienza con una peregrinación al monte sagrado de Arafat y continúa con la «lapidación al diablo» en Mina, donde los peregrinos arrojan piedras a tres muros de hormigón bajo un sol ardiente. En La Meca se realiza la «tawaf» o circunvalación, las siete vueltas a la construcción sagrada de la Kaaba.
Para paliar el calor, las autoridades saudíes han distribuido agua y bebidas energéticas entre los peregrinos y han acondicionado espacios cerrados con aire acondicionado para descansar. No obstante, la crisis climática y el aumento de las temperaturas ponen en riesgo la seguridad y la salud de los peregrinos y plantean serios desafíos para la realización futura de la peregrinación a La Meca.