Desde el año 2021, el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua ha permitido la llegada de un número sin precedentes de vuelos chárter al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, con pasajeros procedentes de países que no suelen tener conexiones aéreas directas con Nicaragua, como Surinam, Libia, Marruecos, Uzbekistán, India y Tayikistán. Esto se suma a los vuelos cargados de migrantes provenientes de Cuba, República Dominicana, El Salvador, Curazao y Haití, que han utilizado esta ruta hacia Estados Unidos para evitar el paso por la selva del Darién.
Según un cálculo del think tank El Diálogo Interamericano, el número de llegadas se estimó en más de mil solo entre mayo de 2023 y mayo de 2024. Los migrantes, en su mayoría cubanos, haitianos, africanos y asiáticos, han utilizado este trampolín migratorio habilitado por el régimen de Ortega y Murillo.
La administración sandinista ha encontrado un lucrativo negocio en este trasiego de migrantes, cobrando altos impuestos y tarifas extraoficiales. Sin embargo, este flujo masivo de migrantes también ha comenzado a ser visto por Estados Unidos como una amenaza para su seguridad nacional. En noviembre de 2023, el Departamento de Estado de EE.UU. lanzó una nueva política de restricción de visas «contra propietarios, ejecutivos y/o altos funcionarios de compañías que ofrecen vuelos chárter a Nicaragua, diseñados para ser utilizados principalmente por inmigrantes irregulares a los Estados Unidos».
La política de restricciones de Washington se amplió en febrero de 2024, dirigida a compañías de vuelos chárter que cobran precios exorbitantes. Desde entonces, las restricciones también se aplican al transporte marítimo y terrestre.
A pesar de las advertencias y restricciones, el régimen de Ortega y Murillo ha ignorado las demandas de Washington y ha seguido permitiendo el flujo migratorio. Manuel Orozco, experto en migración y analista de El Diálogo Interamericano, asegura que ha logrado rastrear 1.150 vuelos chárter y “pseudo comerciales” entre mayo de 2023 y mayo de 2024, calculando que un promedio de 200 pasajeros diarios ingresaron a Nicaragua, es decir, casi 200.000 pasajeros durante ese período.
Además de los vuelos desde países como Cuba y Haití, se han registrado casos preocupantes, como tres vuelos cargados de migrantes que llegaron a Managua desde Trípoli en menos de un mes, operados por un Boeing 777-200 de la aerolínea Ghadames Air. Estos vuelos no están registrados oficialmente por la Empresa Administradora de Aeropuertos Nacionales e Internacionales (EAAI), lo que sugiere que son vuelos privados.
Además, en diciembre de 2023, un avión procedente de Dubai con destino final Managua fue retenido en el aeropuerto de Châlons-Vatry, Francia. A bordo viajaban 276 pasajeros de nacionalidad india de un total de 303 personas que esperaban llegar a Managua. El vuelo fue retenido debido a una denuncia de supuesto tráfico humano.
Analistas políticos consultados bajo condición de anonimato han afirmado que los Ortega-Murillo son parte de una red internacional de «tráfico de personas». El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, ha sugerido que Daniel Ortega «debería ser circulado internacionalmente como parte de una red internacional de traficantes de personas».
Además del tráfico migratorio, el régimen sandinista también ha sacado provecho económico de la situación. Cuando un migrante irregular llega al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, los funcionarios migratorios cobran en efectivo una suma de entre 150 y 200 dólares para permitirles el ingreso. Sin embargo, no se entrega ningún recibo del cobro, lo que sugiere que todo se hace sin dejar constancia oficial de los pagos.
En 2023, el régimen de Ortega y Murillo recaudó 1.664 millones de córdobas por el cobro de «multas» a migrantes que se dirigen a Estados Unidos. Este arancel de facto se agrega a la categoría de «otras tasas de servicio», y representó el 64,3% de los ingresos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), según un informe de ejecución publicado en abril de 2024.
En resumen, a pesar de las crecientes tensiones y las implicaciones de seguridad, el régimen de Ortega y Murillo en Nicaragua parece estar aprovechando la migración como una fuente de ingresos, así como una forma de desafiar a los Estados Unidos. Sin embargo, este enfoque podría tener consecuencias significativas a largo plazo, tanto para Nicaragua como para la región en general.