Narges Mohammadi, la premiada defensora de los derechos humanos y conocida feminista, ha sido nuevamente condenada por un tribunal iraní. Esta vez, la condena es de un año de prisión por «propaganda contra el Estado», como anunció su abogado, Mostafa Nili. Mohammadi ha estado en prisión desde 2022, cumpliendo casi 13 años de sentencia por denunciar las agresiones de las autoridades contra activistas, especialmente mujeres.
La nueva sentencia se basa en varias acciones de Mohammadi, incluyendo llamamientos a boicotear las elecciones parlamentarias, la promoción de protestas y el envío de cartas a legisladores de países europeos para alertarles sobre la situación de los derechos humanos en Irán. Pese a que Mohammadi estaba programada para asistir a un juicio a principios de este mes, se negó a hacerlo para denunciar lo que llamo «una guerra a gran escala contra las mujeres» en la República Islámica.
En el último mes, Mohammadi ha iniciado una campaña para exponer los abusos policiales en respuesta al aumento de la hipervigilancia de las autoridades en las calles. Esta vigilancia ha llevado a un mayor control del código de vestimenta iraní, que exige a las mujeres cubrirse la cabeza en público.
Esta nueva ley se implementa en un momento de alta tensión nacional y regional, en parte debido a la crisis económica y a las preocupaciones sobre la legitimidad del régimen, sumado a la inestabilidad provocada por la guerra en la Franja de Gaza. La situación se complica aún más por las elecciones presidenciales que se avecinan tras la muerte en un accidente aéreo del presidente Ebrahim Raisi.
Mohammadi ha hecho un llamado a la ciudadanía iraní, incluyendo a los artistas, intelectuales, trabajadores, profesores y estudiantes dentro y fuera del país, para que protesten contra esta guerra contra las mujeres. En una carta, Mohammadi anima a las mujeres a denunciar los abusos policiales y recalca la importancia de compartir sus experiencias para exponer al gobierno misógino y ponerlo de rodillas.
La activista también denuncia el caso de Dina Ghalibaf, una estudiante y periodista que fue agredida sexualmente tras ser detenida por no llevar adecuadamente el velo. A pesar de haber sido liberada, Ghalibaf enfrenta un caso judicial por «declaraciones falsas» tras denunciar haber sido violada mientras estaba bajo custodia policial.
Hace una semana, más de 30 mujeres encarceladas por cuestiones políticas exigieron sin éxito que se permitiera la asistencia de testigos y supervivientes de agresiones sexuales en los juicios a activistas encarcelados.
Narges Mohammadi ha pasado gran parte de su vida en prisión. Su último encarcelamiento comenzó en 2022, coincidiendo con el auge de las protestas contra el gobierno tras la muerte de Mahsa Amini, quien murió en custodia policial tras ser detenida por no llevar velo en público. Mohammadi tiene varias sentencias que suman 13 años de prisión, 154 latigazos y cuatro meses de limpieza forzada en las calles.
La lucha de Mohammadi por los derechos de las mujeres y contra los abusos policiales en Irán sigue siendo una luz brillante en medio de la creciente opresión y la vigilancia del estado. Su valentía y persistencia en enfrentarse al estado iraní son un testimonio del poder del activismo y de la resistencia frente a la injusticia.