El destino es en verdad extraordinario. Hace 20 años, un niño de 13 años llamado Daniel Carvajal Ramos puso la primera piedra de la ciudad deportiva de Valdebebas, dando inicio a una historia que ahora es parte del legado del Real Madrid. Hoy, ese niño es un hombre y un futbolista que acaba de anotar el gol que le ha entregado al Real Madrid la Decimoquinta Liga de Campeones.
Daniel Carvajal Ramos, junto a Nacho, Modric y Kroos (quien ganó una con el Bayern), ha conseguido su sexta Copa de Europa, igualando la leyenda de Paco Gento. Gento, que consiguió seis Copas de Europa en una década prodigiosa entre los años 50 y 60, ahora ve cómo estos futbolistas recrean su hazaña en otra década que ya es historia del fútbol.
«¡Reyes de Europa, somos los Reyes de Europa!», cantaba la afición del Madrid cuando Vinicius, quien está en camino de ganar el Balón de Oro, marcó el 0-2, su segundo tanto en las dos finales de Champions que ha disputado. Pero, para entender cómo llegamos a este momento, debemos empezar desde el principio.
El técnico del Madrid, Carlo Ancelotti, admitía antes del partido que existía «mucho miedo y mucha preocupación». Cuando estás tan cerca de la victoria, el miedo a perder aparece. Ese miedo, o quizás una salida errónea al partido, hicieron que el conjunto blanco no existiera en la primera parte de la final jugada en Wembley.
«¡Calma! ¡Calma!», exclamaba Ancelotti desde la banda, con Carvajal como destinatario de la mayoría de sus proclamas. Pedía calma al defensa, y también a Rüdiger y a Toni Kroos.
Durante el primer tiempo, el Madrid estuvo totalmente desconectado. A pesar de tener una posesión superior al 60%, no lograron enfocar la portería del Dortmund. Su rival, por otro lado, se hacía grande en los contraataques, pero no logró marcar gracias a las intervenciones de Courtois y el palo de Fullkrug.
Después del descanso, al Madrid le costó ajustar sus piezas. Desde la banda, Carlo y Davide Ancelotti seguían intentando colocar a sus futbolistas. Los blancos, que empezaron el duelo en un claro 4-4-2, cambiaron al minuto 54 al clásico 4-3-3, con Rodrygo y Vinicius en las bandas y Bellingham de nueve.
Este cambio táctico definió la final. El cuadro madridista elevó su nivel, acorraló al Dortmund y navegó hacia una nueva Copa de Europa. Vinicius, en banda, provocó el córner que terminó en el 0-1 de Carvajal y Bellingham, en punta, asistió al brasileño en el segundo tanto.
Finalmente, solo quedaba disfrutar y Ancelotti, sabiendo manejar las emociones, realizó el cambio que todos pedían. Introdujo a Modric y retiró del campo a Kroos, quien se despedía para siempre del Madrid.
«Es una felicidad inmensa. El partido era muy complicado. Salimos vivos de la primera parte sabiendo que tendríamos nuestro momento… y aquí está», explicó Carvajal. «Es la más especial porque me toca como capitán», admitió Nacho, quien insistió en el ADN del club: es saber mantenerse en momentos complicados. Y aquí estamos, una noche más y una Copa de Europa más.
En resumen, el niño que puso la primera piedra, la estrella de Sao Gonalo que superó todas las presiones del mundo y el alemán que fue leyenda en Madrid ahora tienen otra Copa de Europa.