La trágica muerte de Juan Eduardo Hurtado Hernández, un joven venezolano de 25 años, en un accidente de tráfico en Coquimbo, Chile, ha dejado a su familia angustiada y en busca de respuestas. Hurtado Hernández, quien trabajaba como conductor de un vehículo de aplicación, fue víctima de un accidente en la madrugada del 14 de abril en la intersección de la calle Alcalde con Varela. La familia del difunto exige que se esclarezca el incidente y se haga justicia por su muerte.
El desafortunado evento ocurrió cuando un vehículo, que supuestamente no respetó un semáforo, chocó contra el auto que manejaba Hurtado Hernández. Como resultado de las lesiones, fue llevado de urgencia al hospital San Pablo de Coquimbo, donde, lamentablemente, falleció dos días después.
En el lugar de los hechos, voluntarios de bomberos, carabineros y personal del SAMU acudieron para brindar las primeras atenciones a los heridos. Entre los lesionados en el accidente estaba un pasajero que viajaba en el vehículo de Hurtado Hernández, quien sufrió politraumatismos y permaneció ingresado en el Servicio de Traumatología del hospital.
Posteriormente, la Sección de Investigación de Accidentes del Tránsito (SIAT) de Carabineros llegó al lugar para investigar las causas y el origen del accidente, por orden del fiscal de turno.
La familia de Hurtado Hernández, sin embargo, siente que no se está haciendo suficiente para esclarecer la verdad detrás del accidente. La tía del fallecido, Sara Hernández, expresó su frustración por lo que ve como un aparente encubrimiento del culpable. Ella cree que el conductor del otro vehículo, que supuestamente pasó un semáforo en rojo, es el responsable de la colisión.
La familia viajó desde distintas regiones de Chile para reclamar el cuerpo de su ser querido, pero ha encontrado dificultades para obtener información sobre las investigaciones en curso. Sara Hernández afirma que las autoridades parecen estar protegiendo al otro conductor.
En un intento por obtener más información, la familia logró obtener imágenes de cámaras de seguridad cercanas al lugar del accidente. Según Sara Hernández, estas imágenes muestran claramente cómo el otro conductor pasó el semáforo en rojo.
A raíz de la falta de progreso en el caso, la familia no descarta la posibilidad de organizar una manifestación pacífica para presionar a las autoridades a esclarecer el incidente. Además, tienen la intención de repatriar los restos de Juan a su natal Venezuela y están reuniendo los recursos necesarios para hacerlo.
En medio de su lucha por la justicia, la familia de Hurtado Hernández también tuvo que lidiar con las repercusiones de una manifestación en la calle Portales, donde amigos y conocidos del fallecido bloquearon el tráfico para despedirse. Aunque algunos vecinos los tildaron de delincuentes, los familiares se defendieron diciendo que no hubo amenazas y que la protesta fue pacífica.
En un giro sorprendente, se reveló que ni Hurtado Hernández ni el otro conductor tenían licencia de conducir en el momento del accidente. Ambos fueron detenidos por cuasidelito de lesiones y quedaron a la espera de una citación del Ministerio Público. Sin embargo, con la muerte de Hurtado Hernández, la situación cambió.
La muerte de Hurtado Hernández no solo es una tragedia personal para su familia, sino que también pone de manifiesto cuestiones más amplias sobre la seguridad en las carreteras y la responsabilidad de los conductores. Mientras la familia sigue buscando respuestas, este caso sirve como un duro recordatorio de las consecuencias potencialmente fatales de la imprudencia al volante.