El reciente golpe comercial de China a España ha surgido como respuesta a la imposición de nuevos aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China. Esta medida afecta especialmente a España y apunta a los intereses del sector porcino, que es el sector más importante y delicado de la economía española, debido a su volumen de exportaciones a China.
La Comisión Europea anunció los nuevos aranceles hace apenas cinco días. Esta medida preliminar tiene como objetivo imponer un arancel adicional a los fabricantes chinos, que están siendo investigados por la Unión Europea por haber recibido ayudas públicas. Según la Comisión, estas ayudas podrían ser una práctica en contra de la competencia del sector. En espera de que prosiga la investigación, se anunciaron aranceles adicionales del 17,4% para BYD, del 20% para Geely (Polestar, Lynk&Co y Volvo), del 38,1% para SAIC (matriz de MG) y, por ahora, del 21% para el resto de los coches eléctricos fabricados en China.
En un acto de reciprocidad, China respondió con una investigación que pone en el punto de mira al sector porcino español. En el análisis de los posibles escenarios que se podían presentar tras el anuncio de los nuevos aranceles a los coches chinos, se mencionaron las posibles respuestas de China, los posibles sectores afectados y cómo podría definirse la respuesta de China. Basándose en esta visión de la posible guerra comercial con China, las novedades que llegan hoy de China se pueden resumir de la siguiente manera:
Tipo de respuesta: recíproca o escalatoria
Sector afectado: alimentación, ganadería, sector porcino
Respuesta de China: investigación por prácticas en contra de la competencia de los productores de porcino en la Unión Europea
El Ministerio de Comercio de la República Popular de China emitió un comunicado anunciando la apertura de una investigación sobre las posibles prácticas en contra de la competencia de los productores de porcino de la Unión Europea que comercian con sus exportaciones a China. Esta investigación se habría iniciado a petición de los productores locales, replicando el caso de las compañías de bebidas alcohólicas chinas, que desencadenó investigaciones de brandy y vinos europeos, atacando especialmente a uno de los sectores más importantes para Francia en sus relaciones comerciales con China.
Este movimiento representa un riesgo para el sector porcino español. Según el Ministerio de Comercio, se investigará el período entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023, analizando el posible perjuicio económico causado entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2023. Los productos investigados incluirán la carne de cerdo para alimentación humana en sus diferentes formatos, incluyendo frescos y congelados, así como otras preparaciones, como salazones y ahumados, y también las vísceras y otros derivados del cerdo.
Las autoridades chinas han solicitado la colaboración de los exportadores de la Unión Europea. Al igual que en las investigaciones iniciadas en Europa contra los productores de coches chinos, la cantidad de los aranceles no solo dependerá de las posibles ayudas recibidas por los fabricantes chinos, sino también de su grado de colaboración.
Algunos datos adicionales a tener en cuenta son que China es uno de los principales socios comerciales de España, con las importaciones teniendo un peso muy superior (relación 6 a 1) a las exportaciones. Además, el principal sector económico para España en sus relaciones comerciales con China es el porcino, que representa un 23% de las exportaciones totales de España a China.
