El universo de los videojuegos ha sido una plataforma importante para dar a conocer a varios coches que quizás de otra manera habrían permanecido en el olvido. Entre ellos se encuentra el Tommykaira ZZ, un deportivo japonés ultraligero que quizás parezca familiar a los aficionados del popular videojuego Gran Turismo. Sin embargo, más allá de su aparición en este videojuego, el Tommykaira ZZ tiene una historia fascinante y trágica que merece ser contada.
Tommy Kaira, la empresa detrás del Tommykaira ZZ, se fundó en 1968 por Yoshikazu Tomita, un joven de 20 años apasionado por los coches deportivos de origen europeo. Tras años de experiencia en el mundo de la competición y las carreras de resistencia, Tomita se unió a Kikuo Kaira para fundar Tommy Kaira. La empresa se centró en la creación de coches deportivos de alto rendimiento, con modelos como los Mercedes 190, conocidos como Tommy Kaira M19, que demostraron ser más rápidos que los 190 E 2.3-16 de los Yakuza.
A partir de 1988, Tommy Kaira decidió centrarse exclusivamente en los coches japoneses, desarrollando modelos como el Tommy Kaira M30, basado en el Nissan Skyline GTS. A pesar de su éxito en la modificación de coches existentes, el sueño de Tommy Kaira siempre fue desarrollar un coche desde cero. Este sueño finalmente se realizó con la creación del Tommykaira ZZ, un coche que se desarrolló durante cinco años y que se basó en el mantra de «menos es más».
El Tommykaira ZZ fue diseñado con un chasis monocasco de aluminio, garantizando ligereza y un coste contenido. Su carrocería de fibra de vidrio fue diseñada por Takuya Yura de la escudería japonesa Mooncraft. Para dar vida a este deportivo ultraligero, Tommykaira optó por el motor SR20DE atmosférico de Nissan, que fue modificado para ser alimentado por cuatro carburadores Keihin de 45 mm. El coche también contó con una suspensión independiente con componentes Bilstein y un equipo de frenado suministrado por AP Racing.
A pesar de su impresionante diseño y rendimiento, la producción del Tommykaira ZZ fue limitada a solo 220 unidades, debido a una serie de desafíos que enfrentó la empresa. En 1999, el gobierno japonés actualizó los requisitos de choque de los coches a estándares americanos, lo que dificultó la producción de coches de bajo volumen como el ZZ. Además, la devaluación del yen japonés aumentó el precio de las exportaciones, lo que finalmente llevó a la quiebra de la empresa.
A pesar de estos desafíos, el Tommykaira ZZ ha dejado una huella indeleble en el mundo de los coches deportivos. Su diseño único y su rendimiento impresionante lo han convertido en uno de los coches japoneses más icónicos de su tiempo. Aunque la empresa detrás de este coche ya no existe, el Tommykaira ZZ sigue siendo un testimonio de la pasión y el ingenio que caracterizan a la industria automovilística japonesa.