El mayor espectáculo de resistencia automovilística, Le Mans, ha demostrado una vez más por qué se le considera la madre de todas las carreras. Esta edición ha presentado una serie de desafíos y sorpresas, desde cambios en el liderato hasta condiciones meteorológicas adversas, lo que ha hecho de esta carrera una fuente de emociones intensas.
El inicio de la carrera estuvo marcado por el desfile de los Safety Cars. Apenas una hora y media después del inicio de la carrera, el primer Safety Car hizo su aparición. Todos los autos de carrera entraron en boxes para cambiar neumáticos, con la excepción del Porsche #5. La estrategia arriesgada de mantener a Frédéric Makowiecki en la pista a pesar de las condiciones meteorológicas resultó en una pérdida de tiempo y posiciones, dejándolo fuera de los puntos.
En medio de todo esto, los equipos de Toyota y Porsche mostraron su superioridad al alternar el liderato de la carrera. Los Toyota tomaron la delantera sin incidentes significativos, con el Porsche #6 de Laurens Vanthoor posicionándose entre los ex F1 Sébastien Buemi y Kamui Kobayashi.
El dramatismo no se limitó a los autos de carrera de punta. Jean Baptiste Simmenauer causó una «slow zone» debido a un reventón de motor en la primera chicane. Esto fue seguido por un trompo de Ahmad al Harthy con el BMW #46, que estaba en segunda posición en la categoría de GT3.
Otro incidente destacado fue el de Louis Delétraz, que fue uno de los trompeados en la noche, después de un papel brillante en la qualy. Sin embargo, logró mantener la igualdad en una categoría excelente junto a Nico Varrone y David Heinemeier Hansson hasta que el danés chocó con el Ford #77, que había perdido 20 vueltas por un choque anterior.
El clima siguió jugando un papel crucial en el desarrollo de la carrera. Una gran lluvia poco antes de la mitad de la carrera trastocó todos los planes y estrategias. Los líderes de la carrera, Brendon Hartley y Kevin Estre, tuvieron que adaptarse a las condiciones cambiantes, al igual que Pechito Lopez, Miguel Molina y Alex Palou.
En la categoría LMP2, los equipos más destacados fueron Cool Racing y AF Corse. Fluxà y Nico Varrone lideraban sus respectivos equipos tras dos stints espectaculares de sus compañeros Malthe Jakobsen y Ben Barnicoat. Nolan Siegel ocupaba la tercera posición entre sus actuaciones irregulares con el United Autosports, y se añadieron a Vector Sport e Inter Europol como invitados de lujo.
La categoría GT3 fue especialmente competitiva, con hasta cinco marcas con opciones serias. Los Porsche de Manthey liderados por Alex Malykhin y Yasser Shahin encabezaban la tabla. Los McLaren de Nicolas Costa y Nico Pino aprovechaban el diluvio para quitarse el tiempo de encima. Alex Riberas estaba en quinta posición, seguido de los irregulares Lexus y las Iron Dames.
Con todo esto en juego, el final de la carrera promete ser emocionante. Los pilotos y equipos tendrán que demostrar su habilidad y astucia para sortear los desafíos que se les presenten. Con los cambios constantes en el liderato y las condiciones meteorológicas impredecibles, es evidente que en Le Mans, la carrera no se gana hasta que se cruza la línea de meta.