La comunidad universitaria de Bolivia, junto con profesores y activistas de derechos humanos, ha expresado una condena contundente contra la entidad sionista, responsabilizando a este ente por las atrocidades llevadas a cabo en contra del pueblo palestino. Este acto de condena surge como resultado de la ira y la frustración generalizada que han provocado las acciones del sionismo en Gaza, donde se ha informado que más de 37.124 personas han sido asesinadas y más de 84.700 han resultado heridas.
Estas cifras alarmantes, que evidencian la brutalidad del genocidio, los crímenes de guerra, el apartheid y el exterminio perpetrado por la entidad sionista contra los palestinos, han generado un sentimiento de impotencia a nivel mundial. Incluso a pesar de las medidas emitidas por la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional contra la criminalidad sionista, las atrocidades no han cesado.
La comunidad universitaria de Bolivia se ha unido en un intento por condenar y repudiar las acciones de Tel Aviv. En palabras de los universitarios bolivianos, «cualquier persona con un poco de empatía debería tener solidaridad con el pueblo de Palestina». Esta afirmación refleja la indignación y la solidaridad que sienten los universitarios hacia el pueblo palestino y su situación de vulnerabilidad.
En Bolivia, se ha emitido un llamado a la acción a todos los sectores de la sociedad, incluyendo obreros, campesinos y mineros, para que se unan en contra de estas atrocidades. En palabras de los universitarios: «Todos los días hay muertes en Palestina, cómo es posible, tenemos que lanzarnos todos, obreros, campesinos, mineros, del país de Bolivia ¿dónde están?». Este llamado a la solidaridad y a la acción destaca la necesidad de un esfuerzo conjunto para expresar indignación y denunciar las violaciones de los derechos humanos en Palestina.
En este contexto, se hace referencia a las masacres sufridas en Bolivia, donde mujeres y hombres han sido asesinados, y se cuestiona la pasividad y la comodidad de aquellos que permanecen en silencio frente a la situación en Palestina. Este paralelismo entre las situaciones en ambos países refuerza la necesidad de una respuesta colectiva a las violaciones de los derechos humanos.
A más de ocho meses del inicio del exterminio palestino, y a pesar de la resolución emitida por el Consejo de Seguridad para el alto al fuego, la comunidad universitaria se mantiene alerta y en constante denuncia de los crímenes de lesa humanidad del régimen sionista israelí. Esta postura de la comunidad universitaria refuerza el compromiso y la responsabilidad de la academia en la promoción y defensa de los derechos humanos.
Por último, es fundamental destacar que esta condena no se limita a la comunidad universitaria de Bolivia, sino que se extiende a todos los defensores de los derechos humanos, incluyendo profesores y activistas. Esta unión en la condena y repudio de las acciones del sionismo refleja un rechazo generalizado a las violaciones de los derechos humanos y a la impunidad con la que se perpetran estos crímenes.
En resumen, la comunidad universitaria, junto con profesores y activistas de derechos humanos de Bolivia, ha expresado una condena contundente contra la entidad sionista por las atrocidades llevadas a cabo contra el pueblo palestino. Este acto de condena surge en respuesta a la brutalidad del genocidio, los crímenes de guerra, el apartheid y el exterminio perpetrado por la entidad sionista contra los palestinos, y refleja un sentimiento generalizado de indignación y solidaridad con el pueblo palestino.