La ciudad de Ovalle recientemente honró a varios autores que han hecho contribuciones significativas a la historia y la identidad de la ciudad. Estos autores han creado pequeñas historias que se han vuelto emblemáticas de la región, y se les ha otorgado un merecido reconocimiento por su trabajo.
Uno de los autores destacados fue Víctor Arenas Ramírez quien recibió una mención honrosa por su relato basado en su experiencia en un partido de fútbol en Ovalle en 1988. En su relato, Ramírez describe la intensidad y la emoción de la hinchada del equipo local, Radio Norte Verde. Ramírez captura la alegría de un gol temprano de Rubén “Nene” Gómez, así como la desilusión de una derrota en el segundo tiempo. Sus vividas descripciones y su uso de la narrativa personal ayudan a captar la sensación de estar en medio de un partido de fútbol en Ovalle.
Fabián Codoceo también recibió una mención honrosa por su relato «Yendo a buscar aserrín para el burro». Codoceo relata la historia de su infancia en la que tenía que buscar aserrín para el burro de su familia. El relato de Codoceo despierta la nostalgia y la simplicidad de la vida rural. La historia de Codoceo refleja la resiliencia y la creatividad de los jóvenes de Ovalle, quienes a pesar de su juventud, son capaces de superar desafíos y encontrar alegría en las tareas más simples.
El primer lugar fue otorgado a Jorge Hauyón Castillo por su relato «Probables precipitaciones». En su historia, Castillo describe la anticipación y la emoción que siente su personaje al ver las señales de una inminente lluvia. El relato de Castillo es un homenaje a los pequeños placeres de la vida en Ovalle, como la alegría de una lluvia esperada y el calor de las sopaipillas recién hechas.
Roberto Paz Rivera ocupó el segundo lugar con su relato «Nostalgia». En su historia, Rivera describe la dolorosa realidad de una mujer que ha recibido un diagnóstico de Alzheimer. Rivera utiliza la historia de Ovalle y la plaza de armas para explorar los efectos devastadores de la enfermedad en la memoria y el sentido de identidad de su personaje.
El tercer lugar fue para Fernanda Contreras con su relato «Daño Colateral». Contreras utiliza su historia para explorar las complejidades y contradicciones de la vida en una ciudad como Ovalle. En su relato, Contreras reflexiona sobre la tradición de alimentar a las palomas en la plaza de la ciudad y las implicaciones más amplias de esta práctica.
Estos relatos proporcionan una visión valiosa de la vida en Ovalle y reflejan la rica tapeztría de experiencias y emociones que conforman la identidad de la ciudad. A través de sus historias, estos autores han contribuido a la preservación y la celebración de la historia y la cultura de Ovalle, mereciendo un reconocimiento justo y merecido.