En una noche de drama y emoción, los Boston Celtics lograron una victoria sobre los Dallas Mavericks con un marcador de 106-99, extendiendo su ventaja en las Finales de la NBA a 3-0. Los Celtics lograron contener una espectacular remontada de los Mavericks, que se acercaron a un punto de empatar el partido después de estar perdiendo por 21 puntos al inicio del último cuarto.
No obstante, el intento de remontada de los Mavericks se vio frustrado por la expulsión del esloveno Luka Doncic, quien fue sancionado con seis faltas personales a cuatro minutos del final del partido, pese a su impresionante actuación de 27 puntos. Esta expulsión marcó la primera en playoffs en la carrera de Doncic, un hecho que lamentó enormemente.
Los Celtics, liderados por las estrellas Jayson Tatum y Jaylen Brown, que anotaron 31 y 30 puntos respectivamente, se encuentran ahora en una posición favorable para ganar su primer campeonato desde 2008. En la historia de los playoffs de la NBA, ningún equipo ha perdido después de tomar una ventaja de 3-0.
La victoria del viernes representaría para Boston su 18º título, superando a los Lakers como la franquicia más ganadora de la NBA. Esta posibilidad ha generado una gran emoción entre los jugadores y los fanáticos de los Celtics. Brown, quien junto a Tatum cayó ante los Warriors en su primer viaje a las Finales hace dos años, expresó su gratitud y orgullo por el desempeño del equipo.
En el otro lado de la cancha, la decepción se podía sentir entre los Mavericks. Doncic, a pesar de su expulsión, se mantuvo optimista y enfocado, insistiendo en la necesidad de creer en la posibilidad de una remontada. Sin embargo, también expresó su frustración con lo que consideró un arbitraje inadecuado.
Los Mavericks habían llegado al partido con la esperanza de lograr una victoria en casa, especialmente teniendo en cuenta la ausencia del pívot letón Kristaps Porzingis, quien se lesionó la pierna izquierda en el juego anterior. Los aficionados locales, en su primer partido de Finales desde el último campeonato en 2011, brindaron un fuerte apoyo a su equipo con una destacada actuación de Kyrie Irving quien anotó 35 puntos y 4 triples.
Desafortunadamente para Dallas, no pudieron mantener su ventaja inicial de hasta 13 puntos, permitiendo a los Celtics igualar el marcador al descanso y luego tomar una ventaja que parecía insuperable. La expulsión de Doncic fue un golpe devastador para los Mavericks, que ahora enfrentan el riesgo de ser barridos 4-0 en las Finales, un destino que los Cavaliers de LeBron James sufrieron a manos de los Warriors en 2018.