Acoso infantil: huellas invisibles que dejan marca

Cicatrices invisibles

El acoso infantil o bullying, como se conoce coloquialmente, es una de esas realidades que los adultos intentan minimizar con frases típicas como “son cosas de niños”, pero la verdad es que no lo son. Las cicatrices emocionales que deja el acoso son profundas y perduran mucho más tiempo de lo que la sociedad está dispuesta a reconocer.


Imagen de una de las actividades que realiza Cáritas Salamanca con niños y niñas en el centro de La Inmaculada. / Cáritas

Un silencio que destruye

Recuerdo que, durante mi etapa escolar, algunas compañeras se sentaban solas en el patio o no participaban de las actividades organizadas igual que el resto de la clase. No se trataba de un acoso directo como, por ejemplo, hablarles mal, pero siento que ese alejamiento por parte del resto de la clase, a veces voluntario, también es un acoso que deberíamos haber evitado.

La cultura del “no te metas” o “no seas chivato” fomenta un acuerdo tácito entre el acosador y la persona que guarda silencio que no solo perpetúa el daño, sino que crea una atmósfera de indiferencia que permite que el acoso siga su curso sin obstáculos.

Convertirse en aliado

Es importante que nos paremos a reflexionar sobre este tema tan delicado y alcemos la voz por todas aquellas víctimas que no solo sufren continuos ataques, sino que se mantienen calladas y se esconden en esa soledad que hace que se sientan ignoradas, sin un aliado que las defienda o les tienda la mano para asegurarles que no están solas.

Debemos aprender a ser esos aliados, que necesitan personas capaces de observar el sufrimiento de los demás y actuar ante él, evitando ser meros espectadores. Y no hay mejor manera de empezar que siendo conscientes de los derechos de la infancia y la importancia de generar espacios seguros dentro del entorno escolar.

En esa lucha diaria estamos en Cáritas Salamanca. A través de nuestros diferentes recursos (incluyendo un centro intercultural y dos centros sociocomunitarios en los barrios de San José y Tejares-Chamberí), acompañamos a niñas y niños en situación vulnerable, ofreciéndoles ludotecas, apoyo al estudio, actividades de convivencia y tiempo libre, acompañamiento familiar y educación de calle. Un trabajo que nos permite no solo sacar el máximo potencial a sus capacidades, sino también defender sus derechos.

Si piensas como nosotros, únete al próximo Círculo de silencio de Cáritas por los derechos de la infancia el jueves 30 de enero, a las 20:00h, en la Puerta Zamora, junto a la iglesia de San Marcos. ¡Combate el acoso!

artículo original de: https://www.saludadiario.es/opinion/cicatrices-invisibles/

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