El interrogante sobre la erupción dental es muy común dentro de la odontología pediátrica y suele generar dudas y cierta ansiedad a los usuarios, sobre todo si el bebé muestra molestias o síntomas relacionados con la erupción.
Proceso de erupción dental en bebés
La erupción dental en los bebés suele comenzar alrededor de los 6 meses de edad, aunque este tiempo puede variar: algunos bebés ven su primer diente antes de los 6 meses, mientras que otros lo hacen después de cumplir el primer año. El primer signo visible es, por lo general, la salida de los incisivos inferiores centrales, que se distinguen como pequeños puntos blancos en la encía. A partir de este momento, la dentición de leche progresa de manera paulatina.
El proceso de erupción inicia en la parte interna de la mandíbula o el maxilar, donde el diente «se forma» en un folículo. Conforme va madurando, asciende o desciende (dependiendo de si es un diente superior o inferior) hasta empujar la encía y hacerse visible. Estas etapas pueden generar incomodidad o molestias en el bebé, tales como irritabilidad, llanto y deseos de morder objetos duros para aliviar la presión.
Normalmente, la salida inicial de los dientes primarios se completa alrededor de los 2 o 3 años de edad, momento en que el bebé ya cuenta con su juego completo de 20 dientes de leche. Este ritmo varía de un niño a otro, pues cada organismo y cada proceso de erupción son únicos. Por ello, lo más importante es prestar atención a las necesidades del pequeño y buscar asesoría profesional si surgen dudas o complicaciones.
Factores que influyen en la velocidad de erupción dental
La erupción de cada diente no depende únicamente de la edad del bebé, hay una serie de factores que pueden modificar la velocidad de este proceso. Por un lado, la genética juega un papel determinante: si en la familia es común que los dientes tarden más en salir, es probable que el niño herede esta característica. Por otro lado, la nutrición resulta esencial para el crecimiento y desarrollo general. Un aporte adecuado de minerales como calcio y fósforo, así como de vitaminas, puede favorecer una erupción más saludable.
La salud global del bebé también influye. Episodios recurrentes de fiebre o infecciones pueden retrasar ligeramente la salida de los dientes, ya que el organismo se centra en combatir la enfermedad. Además, las condiciones de la encía y la forma de la cavidad bucal pueden afectar el tiempo que tarda en emerger cada diente. Por ejemplo, una encía muy gruesa o poco elástica puede dificultar el avance del diente, prolongando la dentición.
Es fundamental observar de cerca los cambios en la encía y en el comportamiento del bebé, pues una erupción muy tardía o la ausencia de algún diente puede ser indicio de un problema mayor. En estos casos, la consulta con un odontopediatra permitirá descartar alteraciones genéticas o condiciones que obstaculicen el proceso normal de salida de los dientes y brindar recomendaciones especializadas para atender posibles complicaciones.
Síntomas comunes durante la erupción dental
A medida que avanza la erupción de cada diente, muchos bebés manifiestan una serie de síntomas que pueden preocupar a los padres o cuidadores. Sin embargo, es importante recordar que se trata de reacciones normales ante el cambio que se produce en la encía. Algunos de los síntomas más frecuentes incluyen:
- Irritabilidad y llanto: El bebé puede mostrar más inquietud y malestar debido a la presión que ejerce el diente sobre la encía.
- Exceso de salivación: Durante la dentición, es común notar un aumento en la producción de saliva. Esto se debe a la estimulación de las glándulas salivales por el proceso de erupción.
- Necesidad de morder: Para aliviar la tensión en la encía, el bebé buscará objetos duros o frescos, como mordedores, para masticar.
- Alteraciones en el sueño: El malestar puede dificultar el descanso nocturno y, en algunos casos, el bebé se despierta con mayor frecuencia.
- Encía inflamada o sensible: La zona donde emerge el diente puede enrojecerse o lucir inflamada, generando incomodidad al tacto.
Si bien la aparición de estos síntomas suele ser pasajera, es fundamental vigilar al bebé para asegurarse de que no se presenten complicaciones, como fiebre alta o diarrea persistente. En esas situaciones, se recomienda consultar con un profesional médico para descartar cualquier otra afección y brindar el cuidado más adecuado.
Tiempo promedio de erupción completa de un diente
Aunque cada bebé es diferente y no hay un reloj exacto que marque el final de la salida de cada diente, existe un estimado de tiempo que suele transcurrir desde que la punta del diente asoma en la encía hasta que emerge por completo. En la mayoría de los casos, pueden pasar desde varios días hasta un par de semanas para que la corona completa sea visible.
En general, los primeros incisivos que aparecen, ya sean superiores o inferiores, podrían tardar un poco menos en completar su salida (entre una y dos semanas) debido a que el proceso inicial de erupción tiene lugar en una encía más blanda. Por otro lado, los molares de leche, que suelen hacer su aparición más adelante, podrían requerir más tiempo al atravesar tejidos más duros y amplios.
Esta estimación no es una regla inamovible, puesto que intervienen muchos factores: la salud del bebé, su genética y hasta el orden de erupción de los dientes. Lo importante es no alarmarse si el diente parece “detenerse” por unos días. Mientras el bebé no muestre síntomas preocupantes o molestias excesivas, lo habitual es que la salida termine progresando naturalmente.
Diferencias entre dientes de leche y dientes permanentes
El proceso de erupción de los dientes de leche difiere del de los dientes permanentes tanto en tiempo como en características físicas. Los dientes de leche, también conocidos como temporales o primarios, empiezan su salida en el primer año de vida del bebé (aunque pueden retrasarse o adelantarse algunos meses). Se trata de 20 piezas más pequeñas y blancas, esenciales para la correcta masticación, la fonación y la estética del niño en sus primeros años.
Por su parte, los dientes permanentes empiezan a aparecer alrededor de los 6 años de edad y sustituyen progresivamente a los de leche. Este cambio se da cuando el diente permanente empuja la raíz del diente de leche provocando su aflojamiento y, eventualmente, su caída. El tiempo de erupción de cada pieza varía, pero la mayoría de las personas completan su dentición permanente hacia los 12 o 13 años, a excepción de las muelas del juicio, que suelen aparecer en la etapa final de la adolescencia o en la adultez temprana.
Cuándo consultar a un profesional de la salud dental
En la mayoría de los casos, la erupción de cada diente transcurre con relativa normalidad y no requiere más que atenciones básicas para aliviar las molestias. Sin embargo, existen situaciones en las que es recomendable acudir a un odontopediatra o una clínica dental:
- Retrasos significativos: Si, pasada la edad promedio, un bebé no presenta ningún signo de erupción en su encía, podría ser necesario realizar estudios para descartar problemas de formación o alteraciones genéticas.
- Molestias intensas o prolongadas: Cuando el llanto del pequeño es persistente y no mejora con métodos de alivio habituales, resulta prudente buscar atención profesional para descartar complicaciones como infecciones.
- Cambios en la posición de la encía: Si notas inflamación excesiva, lesiones o decoloraciones anómalas en la encía, es aconsejable consultar a un experto.
- Caída o fractura de dientes de leche por traumatismo: En estos casos, el profesional evaluará la conveniencia de colocar un mantenedor de espacio o de realizar otro tipo de tratamiento.
La intervención temprana de un especialista en salud dental contribuye a garantizar el correcto desarrollo de la dentición y previene problemas a largo plazo. Además, un profesional podrá guiarte en el cuidado de los dientes de tu hijo y ofrecerte estrategias personalizadas para manejar las molestias que surjan en cada etapa.
artículo original de: https://www.saludadiario.es/vademecum/cuanto-tarda-en-salir-un-diente-desde-que-asoma/