Hace unos días pudimos confirmar que la cuota de mercado de Windows 11 había vuelto a caer. En octubre dicho sistema operativo tenía una cuota de mercado del 35,58%, y en noviembre cerró con un 34,94% según los datos de StatCounter. Es una caída pequeña, pero lo importante es todo lo que simboliza.
En cambio, la cuota de mercado de Windows 10 subió ligeramente durante ese mismo periodo, y pasó de un 60,95% a un 61,83%. Este tipo de movimientos son un claro síntoma de que Windows 11 no termina de cuajar entre los usuarios, y de que podríamos estar ante el comienzo de una situación muy complicada para Microsoft, y para muchos usuarios.
El final del soporte de Windows 10 está cada vez más cerca. El 14 de octubre de 2025 dicho sistema operativo dejará de recibir actualizaciones. Faltan solo unos meses, y sin embargo su cuota de mercado a nivel global todavía supera el 61%. Con estos datos creo que podéis entender fácilmente dónde está el problema, y lo peor es que Microsoft no está haciendo los movimientos adecuados para mejorar el interés alrededor de Windows 11.
Qué podría hacer Microsoft para impulsar el cambio a Windows 11
La compañía mantiene la promoción de actualizar gratis a dicho sistema operativo desde Windows 10, pero está claro que esto no es suficiente. Muchos usuarios no se sienten atraídos por la interfaz de Windows 11, y este sistema operativo tampoco es que tenga funciones o características que realmente marquen una gran diferencia.
Copilot+ podría acabar convirtiéndose en un motor que impulse el cambio y mejore la cuota de mercado de este sistema operativo frente a Windows 10, pero creo que rebajar los requisitos mínimos es lo que realmente podría agilizar en gran medida esa transición.
No hablo sin motivo, a día de hoy millones de personas no han actualizado a Windows 11 porque no tienen un PC compatible, y porque no quieren asumir los riesgos que supone actualizar un PC no compatible a dicho sistema operativo. Recordar que cualquier PC con un Ryzen 1000 o un Intel Core Gen 7 o inferior no es compatible con este sistema operativo.
Algo tan simple como hacer que los procesadores Skylake (Core Gen 6) y Kaby Lake (Core Gen 7) por el lado de Intel, y los Ryzen 1000 por el lado de AMD, sean compatibles con Windows 11 podría contribuir a impulsar notablemente la cuota de mercado de este sistema operativo, incluso aunque se mantenga el requisito del chip TPM 2.0, algo que Microsoft dijo que era innegociable.
Por desgracia no creo que Microsoft decida recular con el tema de los requisitos, y es una pena, porque cualquier PC con una CPU Core Gen 6 o Ryzen 1000 sigue ofreciendo un buen rendimiento en muchas tareas, y van a acabar afrontando una «jubilación forzosa» que producirá una gran cantidad de basura electrónica.
artículo original de: https://www.muycomputer.com/2024/12/08/que-deberia-cambiar-microsoft-en-windows-11-para-acelerar-la-transicion-desde-windows-10/