Existen pocas experiencias tan peculiares como la de conducir un verdadero todoterreno, ya no solo cargado de potencia, sino pensado para su uso y disfrute eminentemente en la carretera. Lo que a menudo deriva en un aluvión de sensaciones, a menudo contrapuestas, que en el fondo no dejan de formar parte de su encanto.

El todoterreno que quería ser un deportivo… casi de circuito

• El todoterreno Durango es uno de los modelos, junto con Charger y Challenger que Dodge comercializa en Europa, con sus motores más picantes de ocho cilindros
• Dodge acaba de desvelar una de sus versiones más exclusivas, aún más bestia y radical
• Bajo el capó todo un motor 6.4 SRT V8 de 482 CV de potencia

¿Tiene algún sentido? Probablemente no. Y ahí es donde precisamente reside su encanto.

Un todoterreno con alma de muscle car

La experiencia de conducir un gran todoterreno cargado de potencia y con enfoque deportivo siempre es emocionante. Y hasta que no te pones a ello no puedes imaginarte lo divertido que puede llegar a ser, y hasta qué punto pueden sorprendernos estas inmensas moles que, generalmente, son algo más que potencia, y han sido trabajadas para tener que lidiar con las inercias que presenta un coche de su tamaño. En su día me sorprendieron bastante modelos como el Maserati Levante Trofeo. También el Range Rover Sport SVR que incluso tuve la experiencia de disfrutar a fondo en circuito, eso sí, en un circuito de Monza que no brilla precisamente por lo retorcido y ratonero del trazado.

Otra de las experiencias más peculiares que tuve fueron con el Jeep Grand Cherokee SRT 6.4 HEMI V8 de 468 CV, con el que me encontré con otra clase de todoterreno deportivo, el muscle car todoterreno. Motor enorme, atmosférico, estirar cada marcha hasta un régimen de revoluciones muy alto, disfrutar con el sonido ensordecedor que este genera y tratar de acostumbrarte a la montaña rusa de sensaciones en la que entra tu cabeza con la intensidad de abordar cada curva, pero sobre todo los movimientos de la carrocería al acelerar, o con la intensidad de un equipo de frenos sobredimensionado para hacerlo controlable.

Ahí sería precisamente donde incluiría el 4×4 que hoy nos ocupa, que no es para menos la versión del Grand Cherokee de Dodge.

El caso del Dodge Durango AlcHEMI

Dodge comercializa en Europa su Durango con el motor HEMI V8 de 6.4 litros, el mismo que emplea esta nueva edición deportiva, que responde al nombre de Dodge Durango SRT 392 AlcHEMI. Su dotación de equipamiento extra:

• Configuración de seis asientos con tapizados de piel con detalles en amarillo y costuras grises e inserciones de fibra de carbono
• Pinzas Brembo SRT en amarillo
• Acabados de pintura exterior en negro Diamond (el de estas imágenes), gris Destroyer, gris Vapor y blanco Knuckle
• Franjas transversales en negro, con el borde amarillo
• Llantas de 20″ en negro satinado

Bajo el capo, y la clave de esta bestia, el ya mencionado HEMI de 485 CV de potencia, 637 Nm de par máximo, con el que practica el 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanza los 250 km/h. Estamos ante toda una máquina de Autobahn con la que, eso sí, no recomendaríamos aventuras todoterreno muy intensas.

Dodge ha anunciado que su producción estará limitada a 1.000 unidades. Y no ha especificado si llegará a Europa. Pero el hecho de que, con la cantidad de escenarios estadounidenses en los que podría haberlo retratado, Dodge haya escogido el circuito de Hockenheimring, nos hace pensar que estará en su catálogo europeo.

En el momento actual la red de Dodge, como es natural, es bastante reducida, contando con concesiones sobre todo en Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Suiza y Reino Unido.