Bluesky: Libertad de elegir contenidos frente a la dictadura algorítmica

EL PAÍS

Bluesky es una red social de micromensajes muy parecida al viejo Twitter. Abierta al público desde febrero de 2024, Bluesky superó este jueves los 21 millones de usuarios y se ha convertido en la última gran alternativa a X, después de que otros candidatos como Mastodon y Threads tuvieran su momento.

Explosión de descargas

En EE UU, Canadá y Reino Unido, las descargas de Bluesky explotaron desde el 6 de noviembre, el día después de la victoria de Trump. Unas semanas antes, a finales de octubre, la app estaba más allá del puesto 200 en EE UU. El día 7 saltó al 121 y el día 13 ya estaba entre las 10 primeras, según los datos de descargas recopilados por Data.ai en las tiendas de apps de Apple y Android. En Reino Unido el proceso fue similar: de más abajo del 500 en octubre, al número 1 el día 14.

El impacto en Europa y América Latina

El boom de descargas llegó a España unos días más tarde, pero fue el primer país de la Europa continental donde alcanzó el top 3, el pasado domingo, mientras que la app de X había desaparecido del top 100 de descargas en este país. Italia, Francia y Alemania van detrás, aunque ninguno iguala el éxito en español de Bluesky en Android y Apple. El único país hispanohablante de América Latina donde aparece en el top 100 de descargas es Chile.

¿Puede Bluesky ser el nuevo X?

La pregunta más común ahora es si Bluesky será el nuevo X. Uno de los argumentos más repetidos para defender Bluesky es que parece lo que era Twitter en 2011. Pero ese argumento tiene varios agujeros: ni el mundo es el de 2011 ni el resto de redes lo son; ni tampoco los usuarios de Twitter 2011 tienen la misma edad ahora.

Pero hay argumentos para decir que Bluesky es una evolución de las redes sociales que conocemos en otra dirección, más adaptada a usuarios que llevan una década larga enganchados y hay más redes y apps de mensajería compitiendo por el tiempo de sus usuarios. “Es el mismo servicio, pero con cosas muy distintas”, dice Ignacio Castro, profesor de la Queen Mary University de Londres y coautor del que es quizá el primer artículo científico sobre Bluesky.

Diferencias estructurales con X

Bluesky tiene también su presidenta ejecutiva, Jay Graber, y un pequeño grupo de 20 empleados. También recibe dinero de empresas de capital de riesgo y un día podrían decidir vender la red a un magnate que ofrezca mucho dinero. Pero ahí es donde empiezan las diferencias.

Los usuarios tienen más capacidad para adaptar el contenido a sus necesidades o gustos, sin depender de lo que en ese momento prefiera el dueño de la empresa. En X, Musk permitió a las cuentas bloqueadas que pudieran interactuar y ver a quienes les bloquearon. Las notas de la comunidad no logran reducir la desinformación por su lentitud. Los incentivos de la red para lograr viralizar (y tratar de ganar algo de dinero) provocan que haya mucho contenido banal repetido e incluso plagiado.

Opciones de moderación y personalización

Igual que se puede moderar lo que no ver, también permite recomendar contenido al gusto del usuario. Ya hay unos mil sistemas de recomendación, creados por usuarios desde abril, que han mostrado en total más de 50 millones de mensajes distintos, según datos extraídos por Castro.

Listas de bloqueo y recomendaciones por tema

Las listas de bloqueo son una de las opciones más populares para moderar contenido. Alguien crea una lista de gente que le cae mal o no quiere ver su contenido por cualquier motivo y puede compartirla con otros: hay listas de bloqueo de criptobros, de nazis o de votantes de Trump; y es fácil imaginarlas de seguidores de un equipo o miembros de tal minoría. Si esta función tiene éxito, las investigaciones de las cámaras de eco tendrán nuevos modelos de estudio.

Bluesky frente a otras redes

Mastodon o Threads son las otras dos plataformas que han tenido su momento de éxito en este 2024. Ambas siguen existiendo y tienen su público fiel. Threads tiene el problema de que es de Meta y mantiene esa estructura piramidal donde miles de usuarios ruegan a Adam Mosseri, el encargado de Threads e Instagram en Meta, que cambie algún detalle. Mastodon es un rompecabezas donde cada subcomunidad tiene sus propias reglas y se comunica con las otras, y el desembarco en la red es menos intuitivo que en Bluesky.

Threads presume de tener 275 millones de usuarios mensuales. Pero su actividad depende mucho del algoritmo de Meta. La propia empresa empieza a admitir que dar más herramientas a sus usuarios puede ser buena idea. Este martes anunció que estaba probando un modo para permitir a sus usuarios que reseteen las recomendaciones de contenido que ven cuando quieran empezar de cero.

Una plataforma más democrática

¿Puede ser que Bluesky incentive menos las grandes cuentas y sea más democrática? Manlio de Domenico, jefe del laboratorio de Redes Complejas de la Fundación Bruno Kessler, en Trento (Italia), es otro investigador que ha mirado si el ritmo de crecimiento de seguidores y seguidos en Bluesky es igual que en X. Así lo explica: “Imagina un usuario con 1.000 seguidores en Bluesky y en X. ¿Cuántas personas se espera que ese usuario siga? En Bluesky, el resultado sería alrededor de 190, mientras que en X sería 83. ¿Y con 1 millón de seguidores? En Bluesky serían 36.300, mientras que en Twitter serían alrededor de 7.000. Aunque en ambas plataformas se cumple la regla de que ‘cuanto más popular eres, menos personas sigues’, en Bluesky este efecto está más atenuado”.

Bluesky no se convertirá en breve en el lugar vibrante, variado e incluso divertido que ha sido Twitter y X. Está por ver si más famosos u organizaciones se mudan y qué tipo de interacciones se crean. También se verá si llegan más usuarios que los despechados de Elon Musk, sobre todo más jóvenes. Pero es también probable que Bluesky cree unas dinámicas nuevas que lo conviertan en algo que Twitter nunca fue.

artículo original de: https://elpais.com/tecnologia/2024-11-22/por-que-bluesky-es-diferente-la-libertad-de-elegir-contenidos-frente-a-la-dictadura-del-algoritmo.html

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