Vivimos en una sociedad donde priman la inmediatez y los cambios constantes. Muchas veces la rutina nos arrastra, centrándonos en nosotros mismos y dejando de observar a nuestro alrededor, de posar la mirada en personas que, al contrario que nosotros, no tienen la suerte de contar con tantos privilegios. Sus llamadas de dolor son muchas veces sofocadas por la indiferencia general de una comunidad muy ocupada y distraída.
El próximo domingo, 17 de noviembre, celebramos la Jornada Mundial de los Pobres; una oportunidad para escuchar la oración de los más necesitados, tomando conciencia de su presencia y necesidad. En esta octava edición, con el lema La oración del pobre sube hasta Dios, el Papa Francisco nos exhorta a “hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos”, porque la falta de atención espiritual es “la peor discriminación que sufren”.
Responder a la llamada de auxilio
Cerca de mil millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza (13 millones sólo en España) y muchos de ellos se sienten abandonados. Sin embargo, el Papa recuerda que “Dios está atento a cada uno de ustedes y está a su lado. No los olvida ni podría hacerlo nunca”.
Estamos llamados a ser peregrinos de esperanza, a cuidar de los demás como Jesús cuida de nosotros. Es por ello que esta Jornada no admite excusas. “El que quiere amar como Jesús amó ha de hacer suyo su ejemplo”, asegura el Santo Padre, que reconoce y apoya a tantos voluntarios que se dedican con pasión a los más necesitados.
El testimonio de estas personas es clave para dar voz a la respuesta de Dios a la oración de quienes se dirigen a Él. Simples gestos, como una sonrisa o una palabra de consuelo, sirven para acercarnos a los sectores más indefensos y ponernos a su disposición para escucharlos y sostenerlos, porque el silencio y la indiferencia se rompen “cada vez que un hermano en necesidad es acogido y abrazado”, sostiene el Papa.
Francisco considera esta jornada como una ocasión propicia “para llevar a cabo iniciativas que ayuden concretamente a los pobres”. Cáritas se hace eco de esta petición, y anima a participar en una serie de actividades promovidas por la Diócesis de Salamanca.
Actos previstos en Salamanca
El día previo a la conmemoración anual del día de los desfavorecidos tendrá lugar, en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, una mesa de experiencias a las 17:00 sobre acogida, acompañamiento y servicio. Un espacio para escuchar distintos testimonios que invitan a reflexionar sobre la manera de hacer más efectiva la acogida y el acompañamiento a quienes atraviesan dificultades y que estará precedida por un encuentro de oración y reflexión.
Seguidamente, se ha programado a las 19:00 una eucaristía y un acto de sensibilización a las 20:00 en la plaza de la Concordia, que incluirá la lectura de un manifiesto para reafirmar el compromiso de la Iglesia con los más vulnerables.
Un año más, tenemos la oportunidad de dar una respuesta de alivio y paz a todas aquellas personas dejadas a merced de la incertidumbre y la precariedad. Debemos abrir ventanas a la esperanza para alimentar, de manera especial, la dimensión espiritual de los más necesitados y acompañarlos a través de la oración.
Abramos bien los oídos y los ojos y estemos atentos a la llamada de auxilio de los desamparados para responder de manera eficaz y poder sostenerles en su sufrimiento. “Los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios, ¿qué lugar ocupan en el tuyo?”
artículo original de: https://www.saludadiario.es/opinion/viii-jornada-mundial-de-los-pobres-la-llamada-de-auxilio-de-los-mas-desfavorecidos/